El consultorio médico de Almardà está casi pegado a un bar abandonado hace más de 10 años donde abundan las ratas entre los escombros, la vegetación incotrolada y unas instalaciones degradadas. Así lo explicaba a Levante-EMV Raimundo Giménez, un vecino que pide que el ayuntamiento «tome medidas» y obligue a intervenir a los dueños del local para que éste «cumpla las mínimas condiciones de salubridad».
Giménez admitía que hace tiempo ya demandó por escrito la intevención del consistorio y esto se tradujo en una limpieza a fondo «hace cinco o seis años». No obstante, lamentaba la mala imagen que da este local justo al lado del consultorio y recordaba que, en estos años, no han faltado okupas ni un incendio. «Tendrían que obligarle a tenerlo bien», insistía.
A preguntas de este diario, el edil de Urbanismo Quico Fernández admitía que éste es un problema pendiente desde hace años y aseguraba que «por razones de seguridad y salubridad», el ayuntamiento ha impulsado una orden de ejecución «reciente» para obligar al propietario a «intervenir y a cerrar todo el recinto para evitar que haya intrusiones y problemas».
