La estampa que ofrecen las calles de la comarca desde el pasado sábado son propias de una madrugada. Y es que, como norma general, los vecinos de El Camp de Morvedre están cumpliendo las recomendaciones y están viviendo esta crisis sanitaria desde casa.

Así, la actividad se limita a los establecimientos de ventas de alimentos, especialmente en los supermercados, donde la limitación de clientes en el interior de las tiendas está llevando a formarse colas en los exteriores.

También, aunque en menor medida, la gente está acudiendo a los quioscos y las panaderías.