El servicio de autobús entre València y Sagunt vuelve a estar rodeado de la polémica, después de las quejas de una sanitaria del Port que durante esta crisis sigue utilizando este transporte público. Se trata de Rosa de Ramón, que, en palabras a Levante-EMV, apunta que "es imposible cumplir la distancia de seguridad, incluso aunque haya gente que vaya de pie".

El problema se presenta en el viaje de ida a las 7 horas, cuando "se concentra la mayoría de sanitarios que trabajamos en hospitales de València y entramos a las 8, porque la salida es más escalonada". En ese caso se encuentan días cuando "éramos 22 personas. pero solo cabiamos sentadas y cumpliendo las distancias unas 12 o 14", pero "en lugar de poner un refuerzo, todos nos tuvimos que acabar sentando, sin control del chófer ni de nadie".

Desde la empresa consesionaria del servicio, Autos Valduxense (AVSA), su gerente Salvador Nabas puntualiza que "estamos cumpliendo estrictamente la ley, que nos obliga a aprovechar el 33 % de la capacidad del vehículo, que son 22 pasajeros. Tampoco podemos poner un autobús de refuerzo si no se superan esas plazas y no lo hacemos por ahorrar, ya que, de hecho, tendríamos el pago del Estado asegurado".