Las actuaciones de los bomberos de Sagunt se han disparando en los últimos días a causa de la formación de enjambres de abejas en lugares que suponen un riesgo para la población. La media de servicio se cifra en tres diarios, según explicaban desde el parque de Sagunt.

Solo este martes, los bomberos tuvieron que actuar en el Hospital de Sagunt y en concreto en la puerta de urgencias al detectarse uno de esos enjambres. La intervención finalizó con el traslado de éste hasta el parque de Sagunt, del que se hizo cargo un apicultor.

La segunda de las intervenciones se producía pasadas las 21 horas en la iglesia de Torres Torres donde se detectaron tres enjambres en la fachada que ya «habían colonizado», explicaban desde bomberos. La intervención fue más complicada al no poder afectar el monumento al tratarse de un bien protegido. Ante la coyuntura, los bomberos optaron por sellar las oquedades generadas en fachadas de piedras.

La última actuación fue el Alfara de la Baronia donde las abejas habían entrado en una vivienda a través de una pared exterior que no estaba lucida. En este caso era un enjambre que se había dividido en tres zonas. Ante la imposibilidad de llegar hasta el mismo, los bomberos han colocado un caja nido, que recogerán el domingo, aunque uno de ellos sí que fue recogido y llevado al parque después de tener que hacer un agujero en la cubierta.

Se trata de servicios extraordinarios y de emergencia dado el peligro que estos enjambres puedan suponer para las personas. Sobre todo se actúa cuando las abejas están en la vía pública. En casas o propiedades particulares, son los titulares los encargados de resolver el problema que suele requerir la actuación de un apicultor, que acaba retirando el enjambre.

Los bomberos advierten de que estas situaciones se repetirán durante todo el mes de abril porque «es la época de colonización de las abejas, un proceso que llevan a cabo para garantizar su supervivencia colonizando otros lugares», explicaban.

La retirada de estos enjambres suele realizarse cuando cae el sol, momento en el que «las abejas están adormecidas y bajan su actividad. Por la mañana, están más agresivas y se corren más riesgos», explicaban desde el cuerpo.