El confinamiento ha sido el único capaz de dar un respiro a una problemática por ruidos que unos vecinos de Faura denuncian desde hace años. El epicentro del conflicto son unas máquinas de vending, en torno a las cuales se concentra de forma regular un grupo de jóvenes por la noche, cuando causa molestias a los propietarios de una finca hasta el punto de haber presentado varias quejas al Síndic de Greuges. La última se resolvió hace unos días y reitera las recomendaciones trasladadas al ayuntamiento, que ya ha cumplido o está en vías de hacerlo, pero no son la solución a esta enquistada disputa.

Fuentes municipales explican que «no podemos hacer más, porque no disponemos del cuerpo de policía local que nos permitiría controlar la zona durante las 24 horas. Ya consultamos a la conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, que nos dijo que estas máquinas no tienen limitación horaria. Mediamos entre las partes, pero no alcanzaron ningún acuerdo. Incluso gestionamos un cambio de ubicación de las máquinas, pero no se consiguió».

Policía local limitada

Otro de los requerimientos del síndic fue que se acabe de elaborar la ordenanza de Policía y Buen Gobierno, «a fin de regular y sancionar las conductas incívicas en el municipio y en concreto frente al local objeto de la queja» , pero desde el Ayuntamiento de Faura insisten en que «se aprobará, pero no será la solución mientras no se nos permita tener policía local, como nos gustaría». Frente a este problema se llegó a pedir al consistorio la contratación de vigilancia privada, opción descartada por todas las partes.

El Síndic de Greuges, que con cada queja que presentan los vecinos hace una requerimiento al consistorio para que le dé respuesta, admite que «el Ayuntamiento de Faura, en todo momento, ha colaborado en los intentos de solventar el problema planteado, pese a lo cual, las molestias producidas por los usuarios de dicho local siguen produciéndose».

Así, las restricciones del estado de alarma han sido las únicas capaces de firmar la paz por unos días, con el convencimiento de que la desescalada que se avecina en las próximas semanas volverá a sacar a la luz este problema.