Es cierto que la realidad, a la que estamos sometidos por esta crisis sanitaria, tiene la capacidad de eclipsar cualquier iniciativa, proyecto o gestión que no esté íntimamente relacionada con el COVID-19. Pareciera que todo lo demás ha dejado de ser importante y no requiriese de la atención necesaria, aun cuando estas estuviesen relacionadas con el campo de la salud pública.

Por supuesto, que la prioridad de los gestores públicos en estos momentos, debe estar focalizada en procurar dar respuesta a los problemas surgidos por la pandemia. Intentando, sobre todo, paliar las repercusiones más inmediatas no sólo en el ámbito sanitario, sino también de la economía, el empleo y los servicios sociales, todo ello sin dejar de lado la gestión del día a día en el Municipio, muy importante y de gran relevancia para el bienestar de la ciudadanía.

Se viene desarrollando desde el Departamento de Sanidad, Consumo y Bienestar Animal un arduo trabajo estos días debido al especial protagonismo alcanzado en el control de plagas ya que nos encontramos inmersos en el momento de mayor actividad del año. Debemos tener en cuenta las características del terreno donde se encuentra nuestro Municipio, el periodo de lluvias abundantes sufridas y la climatología estacional.

La situación actual, especialmente con los mosquitos, ofrece la posibilidad a esta Concejalía de trasladar información a la ciudadanía, así como dar respuesta a la demanda manifestada públicamente el pasado viernes por parte del portavoz de Ciudadanos, señor Montesinos, donde de manera extemporánea solicitaba un plan de actuación y deslizaba una duda respecto a los mosquitos como posibles transmisores del COVID-19.

Resulta público y notorio que, si por algo se destaca este Equipo de Gobierno, es por la total transparencia en su gestión ya que no se ha dudado en ningún momento a la hora de mantener constantemente informados tanto a la ciudadanía como a los grupos de la oposición. Ningún miembro de este Gobierno Municipal se ha opuesto a dar cuenta de sus Delegaciones o a responder a ninguna pregunta propuesta.

Dicho lo anterior, resulta sorprendente que se solicite un plan de actuación cuando llevábamos una semana ejecutándolo, se había informado públicamente de él y se había explicado en qué consistía, además de contar con la posibilidad de solicitar información más detallada al Departamento de Sanidad, a la Comisión Informativa de Bienestar, donde no he dudado en asistir siempre que se me ha requerido para trasladar información o dar cuenta del Departamento, e incluso en el propio Pleno del pasado jueves día 30.

Mucho más grave que lo mencionado anteriormente y, en un claro ejercicio de irresponsabilidad como servidor público, resulta manifestar una duda sobre la relación de los mosquitos con la posible transmisión del COVID-19 sin ningún tipo de aval científico, generando una innecesaria alarma social cuando la OMS se ha pronunciado con claridad, indicando expresamente que no existen estudios ni evidencias científicas que demuestren que los mosquitos puedan estar implicados en la transmisión del COVID-19 (https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters).

Además, solicitaba el señor Montesinos, un plan de vuelo con avioneta para mayor rapidez y eficacia en el tratamiento, evidenciando nuevamente su falta de información ya que, de lo contrario, sabría que el RD 1311/2012 de 14 de septiembre prohíbe expresamente los tratamientos aéreos salvo en casos especiales promovidos por la Administración y siempre que sea la única alternativa viable. Debe contar además con la autorización de la Comunidad Autónoma y efectuarse de manera selectiva, algo que sólo se puede realizar mediante helicóptero y a más de 100 metros de distancia de los núcleos urbanos. De lo cual, también habíamos informado públicamente la semana anterior a su solicitud, y donde se manifestaba que se llevaban ya dos semanas de gestión para dicho plan de vuelo, solicitado a la Conselleria de Sanitat i Salut Pública.

Sinceramente espero que el señor Montesinos explique la intencionalidad de sus manifestaciones, ya que deslizar la más mínima duda sobre la transmisibilidad del COVID-19 es de una irresponsabilidad supina. Si tiene en su poder algún informe con aval científico debería haberlo puesto sobre la mesa previamente en la Comisión Informativa de Bienestar y no trasmitirlo a la Junta de Portavoces minutos antes de publicar el artículo en los medios de comunicación sin tomarse la molestia de documentarse correctamente.