El Teatro Romano de Sagunt dirá en breve adiós definitivamente a las tres torres eléctricas de media tensión que están situadas en sus inmediaciones y a los feos cables de luz que cruzan este edificio del siglo I que, en 1896, fue el primero de España en ser catalogado como monumento nacional.
La empresa Iberdrola, a través de su distribuidora i-DE, ha reanudado estas obras que tenía paralizadas desde hace meses y ya tiene lista la nueva conexión soterrada de 450 metros de longitud. Por eso, mientras espera poder retirar el cableado aéreo el próximo mes de junio, trabaja en la ampliación y modernización del centro de transformación que alimenta al Teatro Romano.
Estos trabajos fueron impulsados en el anterior mandato, después de que el ayuntamiento llegara a un acuerdo con la empresa eléctrica para cederle el centro de transformación a cambio de que lo mejorara y de que soterrase esas líneas.
La intervención, según explicaban desde Iberdrola a preguntas de Levante-EMV, está valorada en 150.000 euros y no sólo eliminará el impacto visual de los cables. También ampliará de potencia el centro de transformación «para poder dar cobertura a las necesidades de demanda energética del Teatro Romano» y le incorporará sistemas de automatización y telegestión para poder realizar maniobras de forma remota, sin necesidad de desplazamiento.
El edil de Urbanismo y anterior alcalde, Quico Fernández, destacaba a este diario la doble importancia de la obra. Primero, «para dar luz al Teatro Romano, al Castillo y a la Ciutat Vella en mejores condiciones», pero también «para empezar a avanzar en una dirección»: La eliminación de todas las torres de media tensión que hay en la montaña del Castillo, desde el barrio del Raval al IES Clot del Moro. «Desde el ayuntamiento queremos seguir trabajando en esa línea. Somos conscientes de las dificultades, porque en algunas zonas se ha tenido que agujerear la roca, pero esa línea de media tensión causa gran impacto visual en toda la montaña del Castillo. Y si estamos trabajando para lograr ser una ciudad Patrimonio de la Humanidad, tenemos que continuar velando por estos aspectos», decía, además de confiar en la «buena voluntad de la empresa Iberdrola y de su fundación» para llegar a nuevos acuerdos «que ayuden a mejorar toda esta zona».
Tras instalar la nueva red subterránea, Iberdrola prevé empezar a desmantelar las torres junto al Teatro Romano en la segunda quincena de junio, cuando reciba el equipo necesario para conectar la parte aérea y la nueva.
