Pasear y rodear a pie todo el Castillo de Sagunt se ha convertido en una acción que cada vez gana más adeptos, ahora que la crisis del coronavirus limita aún la movilidad. Sin embargo, hacerlo por el camino que lo rodea por la base de la montaña e ir a su mirador sur supone encontrarse, cada cierto tiempo, con residuos inertes y vidrios tirados en cualquier rincón e incluso con una zona enorme donde se acumulan desde viejos sofás a todo tipo de escombros.
Este problema ha ido a más en los últimos meses, como lleva advirtiendo un vecino al ayuntamiento desde el pasado mes de noviembre. Entonces, ya notificó tanto ese caso como otros tres focos de vertidos en zonas rurales cercanas; todos ellos, con una característica común: están rodeadas de árboles y vegetación «con todo el riesgo de incendio que ello supone», hay electrodomésticos «que contienen elementos tóxicos que se pueden filtrar al suelo y contaminar la zona» y, además, «la abundante fauna salvaje puede lesionarse con los cristales rotos», advertía en uno de los mensajes que envió.
«Ni una sola advertencia»
Tras acudir cuatro días distintos al consistorio e intercambiar varios correos electrónicos con el departamento municipal de Medio Ambiente, este asiduo de la zona admitía esta semana su malestar al ver que los vertidos no dejan de crecer, por más que el consistorio le asegurara ya hace meses que tomaba nota de su queja y que la trasladaba al Consell Local Agrari, al estar los residuos en zona rural. «Ni siquiera han colocado carteles de advertencia de sanción, cuando eso se puede hacer perfectamente en los cuatro lugares. Tampoco se ha cortado al tráfico el camino que hay bajo del Castillo, en su lado sur, cuando hay gente que acude allí constantemente con sus vehículos a tirar los trastos y es un lugar donde se podría restringir el acceso al personal autorizado», remarca instando a las autoridades a «tomar cartas en el asunto de una vez» y a limpiar «cuanto antes» todos esos lugares.
A preguntas de este rotativo, desde el gobierno municipal se aseguraba que esta queja se tendrá en cuenta y se recordaba que los vertidos ilegales se llevan años combatiendo por varias vías: Desde sanciones a campañas de información para favorecer el uso de los ecoparques, la colocación de carteles o el corte de accesos en aquellos sitios en lo que esto es posible. Aún así, desde el consistorio admitían que «lamentablemente» este tipo de hechos se siguen produciendo hasta en lugares donde ya se ha actuado varias veces o requerido a sus propietarios para que lo hagan. De hecho, recordaban que hace un año, el ayuntamiento invirtió «una importante cantidad de dinero» en eliminar focos como los que ahora afean los alrededores del Castillo y otras zonas cada vez más degradadas por este motivo.
