Sagunt se enorgullece de ser la capital del balonmano, gracias a sus equipos masculino y femenino, que la próxima temporada militarán en la máxima categoría. Por una parte, el BM Morvedre ascendió tras ganar todos sus partidos antes de la cancelación de la competición y ahora busca desesperadamente los apoyos necesarios para resistir en la Liga Guerreras Iberdrola. Por su parte, el Fertiberia BM Puerto ya cerró la continuidad de su principal patrocinador, así que se ha puesto manos a la obra en la confección de la plantilla en busca de la permanencia en Asobal.

En esta planificación, el club rojiblanco ha cerrado la incorporación de Roney Franzini, un portero brasileño de 27 años que fue internacional júnior de la mano del actual seleccionador español, Jordi Ribera, y que llega al Port con la misión imposible de hacer olvidar a David Bruixola, quien confirmó su retirada a los 41 años.

El nuevo cancerbero, que llega de la liga portuguesa, apunta que «estoy muy contento y algo ansioso por jugar en Asobal, que veía por la televisión de pequeño». El tercer brasileño de la plantilla, tras las renovaciones de Dija y Pozzer, y el primer portero extranjero de la historia del Fertiberia señala que «vengo con la responsabilidad de estar a un buen nivel y daré el máximo para estar a la altura».

Por contra, la situación del BM Morvedre es muy diferente y su presidente, Jesús Amores, denuncia que «la falta de una apuesta decidida de las administraciones públicas por el deporte femenino hace que estemos en una situación crítica». Su queja va desde la Generalitat hasta el ayuntamiento pasando por la Diputación de València, no solo por las escasas ayudas directas, sino por la falta de acompañamiento para contactar con empresas patrocinadores. «Dan ganas de llorar», asegura Amores, quien señala que «nunca seremos la ciudad del balonmano si no se sostiene sobre las dos patas que son el masculino y el femenino».