La inexistencia de vacunas para los humanos contra la Leishmaniasis y la complejidad del tratamiento hace necesario concienciarse de la obligación de prevenirla a varios niveles.

En primer lugar, es importante cuidar a los perros, dotarlos de collares y pipetas antiparásitos con el fin de proteger tanto al animal como a las personas con las que convive.

Otra de las medidas esenciales para la prevención es protegerse de picaduras de mosquito Phlebotomus mediante repelentes, mosquiteras o camisetas de manga larga de algodón incluso en verano. «Es muy importarte enyesar las casas para evitar grietas donde pueda desarrollarse un foco de mosquitos, así como retirar de forma inmediata los despojos de la poda en los que se desarrolla fácilmente. Tenemos que actuar tanto en los vectores (mosquito), como en los reservorios (perro) y en las personas, que deben desarrollar especial cuidado ante los síntomas»,

afirmaban los facultativos de la Vall de Segó durante la charla que dieron en Faura antes del estado de alarma pues el ayuntamiento, desde la concejalía de sanidad que dirige Cristina Fernández, ha impulsado esta campaña de concienciación en colaboración con los responsables sanitarios de la zona.

Todo, con la convicción de que la prevención a todos los niveles es fundamental para el control de la enfermedad.