La crisis del coronavirus hizo que Canet d' En Berenguer viviera ayer de una forma muy peculiar la fiesta de su patrón, Sant Pere. Tras suspenderse los habituales 'bous al carrer' y la procesión, la banda local fue la encargada de hacer olvidar, por momentos, que este junio de 2020 es diferentw. Su actuación, aún así, vino marcada por las medidas de prevención del Covid-19: Tocaron en varios puntos del pueblo «de cierta anchura» y a los que se desplazaron con mascarilla, sin ir tocando en pasacalle. «Ha sido una forma de no perder el encanto de la banda, aunque velando por la seguridad», decía a Levante-EMV el alcalde, Pere Antoni Chordà.

Para los músicos, era su primera actuación en público tras meses de confinamiento y sin ensayos conjuntos. Por ello, aunque tenían que tirar de «hidrogel» y otras medidas de seguridad, la mayoría cogieron la cita «con muchas ganas» y ninguno rechazó acudir por miedo, como explicaba a este diario la presidenta de la sociedad muscial, Ana Sánchez. «Han sido meses muy duros para la sociedad y sus profesores. Nuestra escuela ha continuado sin problemas 'on line', porque ya teníamos desde hace tiempo el Aula Virtual. Pero además hemos hecho un gran esfuerzo para mantener a toda la plantilla y rebajar las cuotas de los alumnos a la mitad para así ayudar a las familias, en momentos de problemas económicos».

Junto a ello, el ayuntamiento instaló una pantalla gigante para retransmitir en directo la misa que se oficiaba en la iglesia y así paliar los efectos de las limitaciones de aforo en el templo.