El Ayuntamiento de Sagunt cerró el primer semestre del año con una demora media en el pago a sus proveedores de 25,4 días, lo que le permite cumplir la Ley de Morosidad por vez primera en año y medio. Y es que, según la legislación, las administraciones públicas deben hacer frente a su deuda comercial en un periodo inferior a los 30 días, algo que el consistorio saguntino no hacía desde finales de 2018, cuando pagaba a 26 días.

A partir de ahí, la evolución ha ido pasando desde los 37,3 días, 30,6. 34,3 y 34,2 hasta el primer trimestre de este año, cuando la morosidad municipal se disparó hasta más de 50 días, según los datos que maneja el Ministerio de Hacienda.

La concejala de este departamento en Sagunt, Gloria Parra, explica sobre los últimos tres meses que «la evolución positiva obedece a varias circunstancias, ya que el segundo trimestre coincidió con el periodo de pandemia y el ayuntamiento marcó como prioridad ayudar a la ciudadanía, por lo que entendíamos que era necesario agilizar y adaptar al estado de alarma a todos los departamentos económicos y todos los centros gestores municipales para minimizar y reducir el pago medio. De este modo -añade la socialista- dábamos liquidez a las empresas y por ende a las personas que trabajan en ellas».

La delegada da las gracias a los departamentos y centros gestores implicados ya que «reducir a la mitad el periodo medio de pago era uno de los retos y se ha conseguido».

Sin interventor

Otra circunstancia que ha provocado esta reducción, prosigue Parra, «ha sido el hecho de que el funcionariado ha teletrabajado y ha hecho un esfuerzo titánico desde sus casas para que esta reducción fuera efectiva». Además, explica que los datos del primer trimestre responden, entre otras cosas, «al cambio de ejercicio, que siempre es una época un poco más turbulenta, a la liquidación del presupuesto anterior, a la aprobación del presupuesto vigente y su posterior volcado en el sistema, así como la ausencia de interventor en el ayuntamiento durante este periodo».