Usted pretende, como yo pretendí, viajar a Barcelona desde Sagunto, huyendo de viajar en su coche o el autobús, y utilizando el medio más confortable y sostenible, el tren. Sepa que nos lo han puesto muy difícil: las conexiones desde Sagunto se han reducido a su mínima expresión. RENFE ha suprimido el tren Talgo que, procedente de Lorca, tenía parada en Sagunto y que permitía buenas conexiones desde Barcelona, si uno pretendía, como era mi caso, trasladarse a Girona. Sólo ha mantenido con parada en Sagunto un Regional Exprés, que sale de València a las 16.38 horas y llega a Barcelona a las 22.25, con transbordo en L'Aldea-Amposta. Ese tren, mucho más barato pero más incómodo y agotador, con ese horario, sin duda, te impide cualquier otro enlace que no sea metropolitano, por ejemplo a Girona.

O sea que a los saguntinos y porteños RENFE nos ha condenado este verano a desplazarnos hasta València, para desde allí coger cualquiera de los trenes de larga distancia que conducen a Barcelona. Sobra decir que de la misma manera, a la vuelta del viaje. Desde luego ésta no es la mejor manera de potenciar el transporte público.

Lo más sorprendente y bochornoso del caso es que por Sagunto pasen a lo largo del día SEIS trenes de larga distancia -además del Regional Exprés- con destino Barcelona y ninguno de ellos tenga parada en Sagunto. Si RENFE ha debido reestructurar líneas por la crisis o cualquier otro motivo estratégico, al menos podía haber mantenido uno de esos trenes con parada en Sagunto.

Por el contrario, resulta chocante que municipios de menor talla poblacional como Benicàssim, Benicarló y Vinarós, e incluso Orpesa, dispongan de dos, tres y una conexión directa respectivamente con Barcelona (además del mencionado Regional Exprés).

¿Alguien lo entiende? Alguna explicación, sin duda, tendrá semejante discriminación, yo desde luego no la encuentro.

La ciudad de Sagunto, con el tiempo, llegará a ser considerada Patrimonio de la Humanidad, pero por el camino habremos perdido el tren, si alguien no lo remedia.