La reanudación de los plenos presenciales en Sagunt dejó imágenes nunca vistas y un formato novedoso en muchos aspectos pues, por medidas de seguridad ante la Covid-19, un operario limpiaba periódicamente el atril cada vez que cambiaba el interviniente, el micrófono estaba tapado con un plástico y numerosos ediles ocupaban asientes reservados habitualmente al público para guardar la distancia de seguridad.

Además, como la asistencia estaba limitada a los miembros de la corporación y a los funcionarios necesarios para la sesión, la ciudadanía intervino por primera vez a través de un chat, por vía telemática, aprovechando su retransmisión en directo; una opción que se daba siempre que se identificara previamente.