La presencia de una mancha oscura en el agua de la playa de Corinto ha suscitado numerosas quejas vecinales que ha aireado el PP municipal de Sagunt, achacándolas a vertidos «diarios» de la gola de Quartell, pero pidiendo que se analice su origen y se ponga fin a esas salidas del agua procedente de las acequias durante el periodo estival.

Aunque no es la primera vez que ocurre algo así, desde el PP se remarcaba que ahora está ocurriendo «a diario» y esto ha enervado el malestar vecinal «por el abandono» de esta costa y la acumulación de piedras en la arena, pues el agua «está sucia con restos de plásticos, cañas, maderas flotando e incluso, en ocasiones, restos de animales muertos que para nada animan a bañarse sin que desde el tripartito que preside el socialista Darío Moreno se haya puesto solución alguna».

Por ello, consideraba que el gobierno local «podrá decir que el agua es apta para el baño, pero la realidad es que, en la actual situación, dista un mundo del estándar de agua clara y limpia que se le supone a una playa con bandera azul y hemos pasado a no saber en qué tipo de agua nos estamos bañando, y si afecta de algún modo a los bañistas, lo que va directamente en contra del turismo de calidad».

A preguntas de Levante-EMV, desde el gobierno local descartaban problemas en la calidad del agua y achacaban la mancha a vertidos «naturales» de la gola «de materia orgánica no peligrosa» que se han producido por condicionantes de las obras que se están llevando a cabo en esa instalación para colocarle una turbina y así poder regular mejor su funcionamiento.

No obstante, aseguraban que ya han contactado con la empresa responsable de estos trabajos y ésta se ha comprometido a «controlarlos más» en agosto.

Como apuntaba el alcalde, Darío Moreno, «como llevábamos muchos años reclamando las obras de la gola, no era cuestión de posponerlas más porque estábamos en verano, siendo además que en otoño vuelve el riesgo de lluvias fuertes e inundaciones. Ahora bien, la empresa que lleva las obras se comprometió con el teniente de alcalde de Almardà, Pepe Gil, en que en agosto tendría un mayor control de las salidas del agua».

El alcalde también quiso remarcar que la intención municipal de poner fin a este tipo de problemas en cuanto finalice la instalación de la turbina en la gola, «pues crearemos un órgano de participación donde estén todos los sectores implicados, desde agricultores a vecinos, cazadores o ecologistas, y así estableceremos que se pueda abrir sin interferir en las horas de baño».

Desde el PP, además, censuraron la «política de escaparate del socialista Darío Moreno» y recordaron el compromiso adoptado hace dos semanas pero aún incumplido de poner carteles en los accesos a la playa advirtiendo de la peligrosidad del escalón que hay dentro del agua, de más de 1,50 metros de profundidad; una última medida que el gobierno local asegura que adoptará «en breve».

Aunque el PP lamentó que «no ha habido actuaciones que garanticen los accesos al mar en estas playas, ni con medios propios, y se sigue esperando noticias e información sobre el proyecto de regeneración», desde el tripartito se aludía a la retirada de piedras realizada por Costas tras el temporal 'Gloria' y se recalcaba que se sigue trabajando por la mejora de la zona.