Las imprudencias con el fuego en la devesa de Sant Esperit continúan en Gilet. Pese a las advertencias hechas por los vecinos y el ayuntamiento sobre el riesgo de incendio que supone encender hogueras para asar carne fuera de los paelleros o dejarse el fuego encendido en ellos, los residentes de la zona volvieron a sufrir un nuevo susto el pasado jueves por la noche.

Los vecinos de la urbanización La Vidriera, próxima al área recreativa de sant Esperit, se vieron obligados a llamar al 112, como han hecho en tres ocasiones anteriores, al detectar que un grupo de visitantes realizaba una barbacoa en pleno monte fuera de las zonas habilitadas para ello.

Según explican testigos presenciales, «este grupo de amigos llevaba una instalación portátil que colocaron bajo los pinos pasadas las 20 horas en la que se hicieron la típica torrà», afirmaba uno de los vecinos que paseaba por la zona. «Para evitar problemas y posibles enfrentamientos, no quisimos decirles nada», recordando que el pasado 1 de agosto, las advertencias que realizaron a oro grupo de usuarios por el mismo motivo estuvieron a punto de acabar en pelea.

Los vecinos insisten en la «necesidad de vigilancia» que requiere la zona. «No hay ningún tipo de control, la gente viene y hace lo que le da la gana, poniéndonos a todos en riesgo», lamentaban. Una crítica a la que se suma la falta de actuación en materia de prevención de incendios por parte de la conselleria competente. «Esto es un polvorín, los vecinos estamos muy desprotegidos», protestaban.

Hasta el lugar de los hechos también se acercó el pasado jueves el teniente alcalde de Gilet, Carles Cataluña, quien avisó personalmente a la Guardia Civil, que ya había sido alertada a través del 112, al ver que se había hecho fuego fuera de los paelleros. «Eso está totalmente prohibido», apuntaba además de calificarlo de «temeridad»

El edil explicaba que a nivel municipal «poco podemos hacer porque no tenemos competencia en la zona». No obstante, adelantaba que se está insistiendo en las redes sociales para que cesen estos comportamientos además de pedir «civismo» a los usuarios del área recreativa.

Por otro lado, Cataluña insta a los vecinos a que llamen al 112 cuando vean este tipo de imprudencias y pide a la conselleria que actúe.

En cuanto a la vigilancia solicitada tanto por los vecinos como por el ayuntamiento, desde la Guardia Civil, también se ha adelantado a Levante-EMV, que se va a intensificar la presencia de efectivos en la zona, dada la situación.

De momento ya son cuatro las veces que estos vecinos han denunciado este tipo de imprudencias en menos de un mes. En casos anteriores incluso han tenido que ser ellos los encargados de apagar el fuego que había quedado encendido después de realizar una torrà. El miedo a que pudiera producirse un nuevo incendio como el ocurrido hace años en La Vidriera les ha llevado a hasta hacer guardias, con paseos nocturnos con los que vigilan que no haya fuego encendido, como adelantó este diario.