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Fauna

El corzo echa raíces en el Camp de Morvedre

La población ha crecido casi un 50 % en poco más de dos años pasando de decenas a centenares de ejemplares

El corzo echa raíces en el Camp de Morvedre

La población de corzos se consolida en El Camp de Morvedre. En menos de dos años, los montes de la comarca han pasado de albergar decenas de estos animales a centenares, un rápido crecimiento que ha conllevado la concesión de las primeras autorizaciones para su caza.

Desde la propia Federación de Caza de la Comunitat Valenciana se ratificaba que cotos de Morvedre como los de Estivella, Albalat dels Tarongers, Algímia d'Alfara y Sagunt, ya cuentan con precintos para cazarlos, según ha podido saber Levante-EMV.

Desde la entidad se calcula un crecimiento poblacional en la comarca de casi el 50 %, lo que pone de manifiesto que la especie está perfectamente asentada en esta zona, donde hace cuatro años era muy raro ver ejemplares de este animal. Ahora, la población ya es tan significativa que el corzo tiene su propia modalidad de caza, explican desde la federación, aunque no son demasiados los que la practican en la comarca. En cualquier caso, parece que la tendencia va cambiando. En estos momentos, La Baronia es la zona que mayor número de corzos contabiliza.

La rápida expansión y colonización que está protagonizando la especie en busca de nuevos hábitats donde hallar mayores opciones para alimentarse, se apunta como la principal causa de su aparición en la comarca. «Es verdad que se ha dejado de cultivar en los montes , pero la zona todavía tiene mucha finca agraria, donde estos animales encuentran comida», explican desde la Asociación de Cazadores de Estivella. De hecho, durante la primavera, algunos de estos cazadores advierten que han visto corzos a nivel del mar, es decir que bajan hasta las ciudades.

Montaña sucia

Otros de los motivos que se alegan para justificar la llegada de la especie a El Camp de Morvedre es el crecimiento de la masa arbórea. «La montaña está muy sucia, presenta mucho matorral, hierbas altas, es el hábitat idóneo para que el corzo se refugie», añaden los cazadores de Albalat. La especie tiene tanta capacidad para esconderse entre la maleza, que los apodan «los duendes» porque «aparecen y desaparecen en segundos», añaden.

La colonización y la expansión del corzo ya es tan importante en la comarca que desde la conselleria han comenzado a darse las primeras autorizaciones para su caza con el objetivo de mantener el «equilibrio poblacional», explican dede la federación valenciana. Sin embargo, el principal motivo que ha llevado a conceder estos primeros precintos se encuentra en los daños que la especie está generando en la agricultura de la zona. «Son muchas las quejas recibidas por los agricultores ante los desperfectos ocasionados en sus fincas», afirman desde la entidad.

Selectivo

Varios cazadores de la comarca consultados por este rotativo, que se dedican a la caza del corzo en cotos de La Baronia, explican que este animal es muy selectivo con la comida, «no se alimenta de cualquier cosa, como el jabalí, es más sibarita, va directo a los brotes tiernos, por lo que es capaz de destrozar toda una cosecha», según afirman.

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