El CD Acero ha visto truncada su pretemporada cuando su primer equipo, el juvenil y el cadete apenas llevaban unos días de entrenamientos.

La luz de alarma se encendió cuando un miembro del club se empezó a encontrar mal y se sometió a una prueba de coronavirus, que dio positivo y obligó a clausurar el campo de fútbol del Fornás, al menos hasta el próximo lunes, al tiempo que se ordenó la realización de 60 PCR, entre jugadores, cuerpos técnicos y directivos, que compartieron espacios con el infectado.

Además, una empleada municipal que trabaja en esta instalación se encuentra en aislamiento hasta que Salud Pública determine si es catalogada o no como contacto estrecho.

Una vez confirmado el contagio, la directiva acerista lo comunicó a las federaciones española y valenciana de fútbol, así como al Ayuntamiento de Sagunt, y entre las partes se consensuó hacer tests a todos los que hubieran podido tener contacto con el positivo y no retomar la actividad futbolística hasta que se conocieran los resultados a lo largo de estos días.

Así, el presidente del club del Port de Sagunt, José Manuel Gil, muestra su esperanza de que «nadie se haya contagiado y, si hay algún positivo, no creo que tenga que ver con este caso, porque no hubo ninguna situación de riesgo. De todas formas, preferimos ser cautos y apoyarnos en el excepcional trabajo que está haciendo el ayuntamiento para que todo esté en orden».

En esta línea, el departamento municipal de Sanidad volvió a desinfectar el viernes tanto los vestuarios como las oficinas del Fornás.