El conjunto defensivo del Grau Vell ha dejado, al fin, de ser pasto del abandono pese a encerrar parte de la historia de Sagunt desde el siglo XV. Una inversión de 894.219,06 euros ha salvado de la ruina estas fortificaciones situadas al sur del Port de Sagunt, les ha devuelto el esplendor y ha sacado a luz elementos olvidados, como el foso que rodeaba el baluarte del siglo XVIII, o el refugio construido durante la Guerra Civil.

Después de más de 11 meses de obras en este enclave apartado del casco urbano, la torre-batería es totalmente visitable sin árboles ni maleza en sus terrazas. También se accede sin problemas a varios patios donde había hasta una cocina, al refugio y a uno de los antiguos almacenes comerciales del siglo XVIII donde se había derruido todo el tejado. Lejos de esa destrucción, ahora este último lugar es un espacio impresionante, con vigas de madera, antiguas puertas blindadas rehabilitadas y un pavimento original recuperado que ni siquiera se intuía «al estar cubierto de más de un metro de suciedad», según explicó ayer la arquitecta Pepa Balaguer, que ha dirigido las obras junto a Luis Vicen.

 Esta total transformación de un grao único en la Comunitat Valenciana fue destacada durante la visita realizada por el alcalde, Darío Moreno, y Maite Vela, la delegada regional de Red Eléctrica de España (REE), la empresa que ha colaborado en hacer realidad el proyecto junto a otras instituciones: El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), la Diputación de Valencia, el ministerio con su 1,5% cultural y el ayuntamiento.

13 años de gestiones

Tras un recorrido donde no faltó el concejal de Contratación, Javier Raro, el alcalde recordó que los primeros pasos para esta rehabilitación se iniciaron en 2007 y que fue en la anterior legislatura cuando se dio el empujón definitivo. «Si estamos aquí es gracias a la colaboración de muchas personas», dijo además de agradecer la colaboración de REE y de considerar que «era una obligación para el ayuntamiento poner en valor una joya arquitectónica como ésta».

La delegada regional de REE, Maite Vela, confesó estar «impresionada» y destacó que «tan importante es el impulso de las infraestructuras como la conservación del legado histórico».

Además de usar materiales de primera calidad, como madera de orinoco, en la restauración no ha faltado carpintería histórica ni técnicas de tapial para rehacer los muros; todo, durante unos trabajos que han requerido un modificado de 82.000 € pero tenido que salvar desde el devastador temporal ‘Gloria’ al estado de alarma por la Covid-19.