La montaña y los entornos rurales se han convertido en el principal destino para muchos turistas estos días de fiesta. La Sierra Calderona ha atraído a cientos y cientos de visitantes «se convirtió en un hervidero de gente en el puente», afirmaba el alcalde de Gilet, Salva Costa, quien cifraba en más de 4.000 las personas que han pasado por su término municipal. Los lugares más concurridos fueron el área recreativa de Sant Esperit y el Dragón de la Calderona.

En cuanto al primero de los espacios, «no cabía ni un alma», añadía el presidente de la corporación. Principalmente familias que subían a pasar el día y aprovechaban para hacer alguna que otra excursión por el parque en plena naturaleza.

El aparcamiento que hay poco antes de llegar al monasterio se completaba, lo que llevó a algunos de los visitantes a aparcar en la propia carretera generando peligro para la circulación, ya que impedía la visibilidad.

En cuanto a la Casa del Dragón, esta escultura gigante no ha parado de recibir visitas desde el pasado viernes, una situación que ha generado cierto malestar entre los residentes de la zona. «Hemos recibido varias quejas ya que algunos vecinos tenían dificultades para entrar en sus casas dada la cantidad de coches aparcados que habían alrededor de la urbanización Balcón de la Peña», lamentaba Costa.

A todo esto hay que sumar la presencia de ciclistas. «Ha sido un ir y venir de ‘collas’ que escogían Gilet para realizar diferentes rutas por la montaña», decía.