El Ayuntamiento de Sagunt se queda sin tiempo en la batalla administrativa contra la Demarcación de Costas por el proyecto de estabilización del litoral de la Llosa y Almenara, que contempla una serie de medidas, principalmente varios espigones, que desde la capital de El Camp de Morvedre se teme que acentúe el deterioro de las playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa.

Mientras la dirección general de la Costa ya ha licitado esta actuación presupuestada en casi 7,9 millones de euros, para la que mantiene abierto el plazo de presentación de ofertas hasta el 4 de noviembre, el consistorio todavía no ha concretado su respuesta, más allá de amenazar en varias ocasiones con la presentación de un contencioso administrativo.

Una prueba de que la maquinaria estatal ha adelantado a la municipal en este tema es que la comisión especial de playas, creada expresamente por el consistorio hace más de una década para tratar la estrategia de Costas, se reunió ayer por vez primera en más de un año.

Sobre este encuentro telemático en el que participaron los grupos políticos y representantes tanto de la asociación de vecinos de Almardà como de Acció Ecologista Agró, el alcalde de Sagunt, Darío Moreno, señala que «la comisión se reunió para unificar el criterio con respecto a la respuesta que dé el ayuntamiento al anuncio de licitación». El socialista añade que «acordamos que el primer paso será la presentación de un recurso administrativo debido a la falta absoluta de respuestas por parte de Costas, sin perder de vista la posibilidad de acudir a los tribunales».

Esta última vía es la que defienden los vecinos como la «única» que permitiría la paralización del procedimiento, aunque advierten de la necesidad de armar ese contencioso sobre la base de «un informe técnico muy bien elaborado para convencer al juez», según apuntan desde el colectivo vecinal en Almardà.

Desde la oposición, el exalcalde y portavoz popular, Sergio Muniesa, señala que «el principal problema es que el tripartito no ha hecho nada en esta materia desde que Costas resolvió hace más de un año las alegaciones del ayuntamiento al proyecto de regeneración de la Llosa y Almenara, tema del que, por cierto, no nos habían dado información hasta hoy-por ayer».

«Llega tarde»

Así, Muniesa cree que ya «llega tarde» la intención municipal de «ver las posibilidades jurídicas» para frenar esta actuación, entre las que se encuentran hacer un requerimiento de nulidad o solicitar la suspensión cautelar del procedimiento, además de la anunciada presentación de un recurso administrativo.

El principal problema que se denuncia desde la capital comarcal es la falta de garantías de que ese proyecto al sur de Castelló no afecte negativamente a las ya degradadas costas del norte de Sagunt, de ahí que la reivindicación más repetida se centre en la necesidad de ejecutar ambas actuaciones de forma paralela. Sin embargo y según el alcalde «seguimos esperando un proyecto para nuestras playas, que se debería haber realizado como parte de la misma unidad y no como actuación independiente, dado que las obras en Almenara pueden tener consecuencias para nuestras playas». En esta línea, el organismo estatal se ha comprometido recientemente, después de muchos retrasos, a tener listo el proyecto en noviembre.

Servicio de seguridad y salud

Y mientras desde Sagunt se mantienen estas dudas, la dirección general de la Costa sigue con la tramitación del proyecto en la Llosa y Almenara, que el 14 de septiembre llevó a la licitación de las obras y un día después a la convocatoria del concurso para la contratación por algo menos de 50.000 euros de los servicios de seguridad y salud durante los 12 meses en los que está programada la ejecución de los trabajos.

Otra de las cuestiones que queda por aclarar es el número de espigones que contempla la actuación al sur de Castelló, ya que un reciente anuncio del Ministerio para la Transición Ecológica aseguraba que eran cuatro con una longitud máxima de 210 metros, pero la documentación que acompaña al expediente de contratación señala que serán un total de ocho , entre los que destaca uno paralelo a la costa con una extensión de 220 metros.