Uno de los principales problemas que rodean a la Gola de Quartell es la falta de acuerdo sobre quién asumirá la gestión de esta infraestructura después de las obras que la conselleria ha ejecutado en ella para aumentar la capacidad del desagüe del canal y regular los niveles hídricos del marjal.
Al problema de que esas obras están inacabadas, pese a que se ha agotado ya el plazo de ejecución, se suma ahora la inconcreción sobre qué administración debe hacerse cargo de la explotación. Un aspecto fundamental para el buen funcionamiento de la gola, ya que durante el fin de semana y como consecuencia de esto no se pusieron en marcha sus bombas pese a los niveles de agua del humedal que acabaron anegando campos e inundando parte del camino del Assgador. Finalmente, fue el Ayuntamiento de Sagunt y por «responsabilidad» el que terminó abriendo ayer la compuerta y poniendo en marcha la bomba para desaguar.
Ante esta situación, el ayuntamiento ha requerido a la Conselleria d’Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climàtica i Transició Ecològica la firma de un convenio en el que se clarifique la explotación de la gola, la competencia en la regularización de los niveles hídricos y el coste del servicio.
Según el concejal de Mantenimiento, Pepe Gil, la petición ya se le realizó anteriormente junto a una serie de mejoras en la instalación y, ante la falta de respuesta, se ha vuelto a insistir. Gil reconoce que algunas de las mejoras ya se han ejecutado, sobre todo aquellas relacionadas con la seguridad, mientras que los aspectos relacionados con la explotación siguen sin concretarse. De momento, el edil del equipo de gobierno ha anunciado que será la empresa Aguas de Sagunt la que se encargue de poner en marcha las bombas y abrir la gola hasta que se clarifiquen las cuestiones sobre su gestión.
Desde el ayuntamiento también se entiende que la puesta en macha de estos motores y la apertura de la compuerta para que entre el agua y reconducirla al mar deberían estar automatizadas, sin embargo este cometido se realiza a mano, una práctica nada fácil si se tiene en cuenta que el motor mueve 2.000 litros por segundo.
Otra de las dudas que existen respecto a la obra, que según el ayuntamiento todavía debe acabar la conselleria, es el motivo por el que no ha habido una gestión separada de las aguas pluviales respecto a las procedentes del humedal y los campos, es decir , un sistema de bombas independientes. «El proyecto inicial sí que recogía una gestión separada , pero se modificó y ahora todo se gestiona con el mismo sistema de bombas», explicaba Gil. Una cuestión que también esperan poder abordar con la conselleria.
Respecto al día de ayer, la gola funcionó con total normalidad y las bombas respondieron correctamente, aunque no fue mucha la lluvia registrada.
