Las intensas lluvias de este jueves, con 70 litros por metro cuadrado en Sagunt, dejaron un reguero de daños que ayer hizo suspender las clases en el colegio María Yocasta del Port de Sagunt y se hizo visible en muchos puntos de la comarca. El agua corrió con tal fuerza en el Port de Sagunt que provocó arrastres que no se recordaban pues varias terrazas de bares fueron desplazadas hasta avenidas anexas y en la arena de la playa hasta hubo un socavón de más de medio metro de altura.

«Los técnicos me decían que nunca habían visto nada así», confirmaba el edil de Playas y aseo urbano, Roberto Rovira, confiando no obstante en que esa imagen se podrá subsanar «simplemente allanando de nuevo la arena, que abunda en la zona».

Numerosos particulares y hosteleros también se vieron muy afectados y con unas huellas más difíciles de borrar.

Especialmente desalentador era ver las terrazas de varios bares del Port, totalmente desechas, después de que la Covid ya haya complicado el año. Pero también entró agua en otros locales, como en la plaza Mare Nostrum, así como en varios edificios municipales, incluidos varios colegios.

Varios coches también quedaron atrapados en zonas inundables, y dos de ellos eran visibles aún ayer -uno flotando en el acceso sur al Port de Sagunt-; todo eso, después de que el día anterior otros dos fueran retirados de este último punto tras rescatar de ellos a tres personas.

Al disparar con fuerza unas 40 trapas de alcantarillado en el Port de Sagunt, esto provocó desperfectos en al menos cuatro coches particulares, según el recuento inicial de la Policía Local.

Además, el agua dejó urbanizaciones inundadas tanto en las playas de Canet d’ en Berenguer como Almardà; una última zona de playa salpicada de calles anegadas e incluso de caminos cortados, como el de L’ Assagador que la une con Quartell y que ahora es más utilizado que nunca por las obras de ampliación del puente situado frente a la Finca de Penya, que han cortado ese tramo.

Al margen de dejar pasarelas de playa y lavapiés descolocados, en el Port hubo 40 contenedores de basura esparcidos; algunos de los cuales acabaron por las dunas e incluso a la misma orilla del mar.

Todo desencadenó ayer distintas lecturas políticas entre algunos grupos de la oposición y el gobierno local de Sagunt. Iniciativa Porteña y PP reprochaban la falta de previsión, sobre todo, «al haberse ignorado» sus denuncias previas de acumulación de maleza y arena en las salidas naturales del agua de lluvia al mar, así como de falta de inversiones.

Mientras, los ediles de Mantenimiento, Policía Local y la SAG resaltaban el trabajo realizado «antes y después» por los diversos departamentos. Junto a ese mensaje de Natalia Antonino y Roberto Rovira, el nacionalista Pepe Gil también recordó que «en poco menos de una hora, cayeron 30 l/m2 y esas situaciones producen una serie de problemas «no sólo aquí, porque difícilmente hay infraestructuras preparadas para eso».