Bajo el título «Benicalaf -o- La Ciutat del Futur», el nuevo proyecto artístico de Hort Art ha vuelto a convertir Faura en centro de creación gracias a una iniciativa impulsada junto al Institut Valencià de Cultura y el ayuntamiento.

Un primer taller experimental del movimiento permitió a amantes de la danza desplazarse desde Faura hasta Benicalaf con el objeto de interactuar con la naturaleza. Una especie de romería pagana en la que movimiento o dinámicas de aproximación y distancia a partir de una caña conformaron una línea de acción, con mascarilla incluida. En un segundo taller experimental, la ciudadanía pudo gozar del binomio movimiento-materiales, con la madera como extensión del cuerpo.

Una conferencia de Sheila Ribeiro impulsó la reflexión teórica del proyecto entorno a conceptos como futuro, sostenibilidad o metrópolis. La bailarina e investigadora brasileña cuestionó la sostenibilidad y la tildó de «futuro construido a partir de ficciones, como una vanidad; no es real es una mera cuestión de mercado».

La nueva producción también aúna las voces de Mari Carmen Carrera (actriz), Ada Rey (viloncelo), David Álvarez (saxo), Eva Raga (arquitecta), Pere Bodí (bailarín/actor) y Álex Guerra (coreógrafo/bailarín) para la construcción de esa ciudad futura que enraiza en el pasado definido en este caso con Benicalaf. «Es una ciudad construida desde la interacción y el diálogo de múltiples disciplinas alejada de la especialización extrema que acompasa la globalización para lograr reconectar aquello que somos con lo que fuimos y lo que seremos», afirmaba el coreógrafo Alexsandro Guerra.

Esta innovadora apuesta intercultural convence. «Construir y aportar a la ciudad invisible cada uno desde nuestra disciplina es mucho más inclusivo; he entrado en esta creación desde la arquitectura y siento que mi voz forma parte de toda la composición» apuntaba Eva Raga. Por su parte Ada Rey destaca la voz del violonchelo en la ciudad invisible como una expresión nítidamente propia y libre de ataduras de tempos o compases. «El violonchelo aporta a la obra ; no acompaña ni decora sino que es también protagonista», dice.

Por su parte David Álvarez quiso destacar la esencia de la música como conexión y, desde el arte dramático, Mari Carmen Carrera puso el acento sobre el ritmo inclusivo que se precisa. «Nuestra ciudad del futuro es polifónica y debemos ser capaces de caminar en la precariedad» afirmaba Pere Bodí antes de que llegue el turno del proyecto final que se desarrollará, con aforo limitado, en el expresivo Carrer de la Pilota.