La memoria de Laura Salvo estará muy viva en la 46ª edición de la Subida al Garbí, prueba que, después de seis años, recupera su condición de punto final a la temporada automovilística valenciana. Con el Ayuntamiento de Gilet como uno de los nuevos colaboradores, en respuesta al fin de semana de homenajes a la figura de la copilolo giletana que falleció hace un par de meses en un rali en Portugal, la organización presentó ayer la prueba en el salón de plenos del Ayuntamiento de Serra, tradicional anfitrión de la carrera, que también discurre por los términos municipales de Gilet y Estivella.

Con la presencia de los padres de Laura, que recibieron una placa por parte de la organización, las menciones a la giletana fueron constantes, desde la alcaldesa de Serra, Alicia Tusón, hasta su homónimo en Gilet, Salva Costa, pasando por el presidente de la Federación de Automovilismo de la Comunitat Valenciana, Nacho Aviñó, y el vicepresidente de Escudería Bengala, Manuel Morán.

Costa reconoció que «todo comenzó con la llamada de Carolina, madre de Laura, después de la fatídica tragedia, y aceptamos gustosamente colaborar con esta carrera. Todo sea por Laura, que el domingo estará guiando a los pilotos», señaló.

El alcalde de Gilet también se refirió a la polémica que ha envuelto a las autorizaciones para la celebración de esta prueba, prohibida durante años hasta que una sentencia reconoció su legalidad. «Espero que éste sea un punto de inflexión, que permita a los ayuntamientos que estamos en la Sierra Calderona convivir con el parque natural. Ahora y es duro decirlo, tenemos más perjuicios por las restricciones y prohibiciones que beneficios. Eso es algo que tiene que cambiar».

Las restricciones sanitarias de este año impedirán el acceso del público al circuito de 6,6 kilómetros que los pilotos afrontarán desde el domingo a las 9 horas. Mientras se trabaja en la retransmisión en streaming de la carrera, la organización confía en dejar el recorrido libre a partir de las 15 horas.