Los pinos del Parc del Quémalo y la Rodana de Faura han sido tratados contra la procesionaria con endoterapia, un tratamiento ecológico puesto que respeta el arbolado, no contamina ni el suelo ni las aguas además de ser inocuo para la salud de las personas como del resto de animales. El ayuntamiento ha impulsado la medida para controlar y prevenir una plaga había suscitado malestar entre los vecinos ya que la plaga provoca lesiones cutáneas e incluso reacciones alérgicas tanto a las personas como a las mascotas, bien por contacto directo o por sus pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire.

El consistorio ha tratado los 550 pinos que pueblan los dos espacios naturales de la población, dos zonas sumamente concurridas en las que se ha constatado la presencia de la oruga con la consecuente alarma social. Tanto el Parc de la Rodana al que acuden diariamente decenas de familias con sus hijos como Quémalo con su zona especial para mascotas están viviendo estas situaciones, por lo que el consistorio ha querido actuar de inmediato.

El tratamiento de endoterapia es sumamente persistente y presenta un carácter sumamente respetuoso con el medio ambiente. «Una apuesta alternativa a los tratamientos tradicionales que se desarrolla en una sola aplicación al año y en forma de inyección en el tronco del árbol que se distribuirá por todo su sistema vascular combatiendo la plaga» según técnicos del consistorio.

Este tratamiento es más rápido, limpio y persistente según el equipo municipal, pero su elección se basa en su aspecto ecológico.