Quartell sigue fiel a su cita con Sus Majestades los Reyes Magos. Ni siquiera la Covid-19 y todas las limitaciones sanitarias han evitado la comunicación entre los niños y los Magos de Oriente. Sin embargo, en esta ocasión los emisarios reales no acudieron en persona a la parroquia Santa Ana como otros años, sino que depositaron los buzones reales para que los pequeños, bajo un control estricto de seguridad pasaran a depositar sus cartas y así transmitir sus deseos.

«Hemos querido mantener la tradición dentro de las limitaciones y las exigencias de seguridad que nos impone la pandemia. No obstante la celebración de la Epifanía y la Cavalcada de Reis en Quartell queríamos mantenerla» apuntaban desde el ayuntamiento a Levante-EMV en una iniciativa que supone la excepción en Les Valls, pues el resto de consistorios no tienen preparado nada especial para recibir a los Reyes en este momento de pandemia.

La organización de la tradicional Cavalcada dels Reis, con más de medio siglo de historia, ha querido mantener el espíritu de representación de los Magos en la localidad; por ello sus Majestades de Oriente visitarán Quartell a caballo, sin detenerse en ningún lugar y evitando en todo momento la conformación de grupos sociales.

Un año más los más pequeños de la localidad vivirán de forma singular su sueño, si bien es cierto que la singularidad y la emoción se verá alterada por las exigencias de seguridad e higiene generadas por la pandemia.

Por el momento, el área de salud de la zona ha autorizado la celebración del evento, bajo todas las premisas establecidas. No obstante, la organización está pendiente de la evolución del virus y articulará las medidas oportunas en cada instante.

Durante más de 50 años, desde la parroquia Santa Ana de Quartell se ha impulsado esta singular cabalgata en la que nunca han faltado los Reyes de Oriente y sus emisarios reales que les ayudan a entregar a cada vecino del municipio su regalo en su propio domicilio. Un trabajo cooperativo entre decenas de jóvenes y adultos que velan por un desarrollo armónico de una de las jornadas más singulares de la realidad quartellera.