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"Nunca imaginé una segunda edición de mi libro mes y medio después de salir"

El polifacético autor Alberto Rey atrapa a jóvenes y mayores con su primera novela

Alberto Rey, con su primera novela. | LEVANTE-EMV

El polifacético joven del Port de Sagunt, Alberto Rey, está atrapando a jóvenes y mayores con su primera novela, «Los crímenes de Steamfield», una historia detectivesca que va por su segunda edición apenas mes y medio después de salir a la venta; algo que él confiesa que «nunca imaginó». Pero el joven del Port de Sagunt, Alberto Rey, ya está pensando en nuevos proyectos en las distintas facetas creativas donde se mueve como pez en el agua: Como guionista, premiado director de cortometrajes realizados con «stop motion», es decir, la técnica de animación que da vida a meras figuras de plastilina, o como responsable de su productora.

Con «Los crímenes de Steamfield», Rey atrapa a jóvenes y adultos con una historia ágil, entretenida, de intriga y corte detectivesco ambientada en 1878 en Steamfield, una pequeña localidad de Reino Unido.

Fue un trabajo realizado «en plena pandemia» protagonizado por un joven que trabaja en el periódico local «Daily Jameson» y que vive misteriosas aventuras con varios amigos, al puro estilo de las que Artur Conan Doyle recreó para Sherlock Holmes. Pero, junto a eso, no falta la crítica política y social a la sociedad de aquella época; «un aspecto que destacan muchos lectores, al igual que el ritmo de la narración», como apunta el propio autor, para luego añadir: «Hay cosas que siguen como hace dos siglos. No ha cambiado prácticamente nada, hay una lucha de clases sociales donde quien menos tiene, acaba llevándose todos los palos», afirma este joven de 29 años.

Respecto a la decisión de elegir a la editorial Naulibres, afirma que surgió «casi por casualidad» y no la pasó por alto. «Tenía intención de autopublicarlo pero, tras decir en mis redes sociales que estaba escribiendo, contactaron conmigo de rebote y tras una edición de 400 ejemplares ahora han hecho otra de 500», decía tras asegurar que está «muy contento por cómo ha quedado todo», apuntaba este joven que despuntó con «Shame» (Vergüenza), uno de los primeros cortos que concibió y donde denunció el drama de los refugiados.

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