Más de una decena de contratos con un gasto superior a los 25 millones de euros. Este es el resumen que pueden presentar las obras de acceso ferroviario al puerto comercial de Sagunt, que arrancaron el pasado mes de noviembre y discurren sobre el terreno a ritmo lento, mientras desde los despachos se liman todos los flecos para que este proyecto reclamado desde hace años para completar los servicios portuarios sea una realidad en la primavera de 2022.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) es el que lleva todo el peso administrativo de una obra que se presupuestó, incluidas las expropiaciones, en el entorno de los 31,5 millones de euros, la mayoría financiada por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), con el beneplácito de Puertos del Estado, y 11,5 millones procedentes del programa operativo plurirregional de España 2014-2020 del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), concretamente del objetivo dedicado al transporte sostenible.
La última adjudicación en esta obra tuvo lugar hace unos días, cuando la oferta de 1,4 millones de Drace Infraestructuras se impuso a otras cinco presentadas en la convocatoria abierta para el suministro y transporte de las 10.600 traviesas de tres hilos monobloque de hormigón que requerirá la construcción de tres ramales de un total de 5,6 kilómetros para dar acceso a trenes de hasta 750 metros hasta el puerto comercial de Sagunt procedentes de los Corredores Mediterráneo y Cantábrico.
Desde Adif confirman en palabras a Levante-EMV que «todos los contratos de suministro están adjudicados o en marcha». Entre estos últimos se encuentran las 16.000 toneladas de balasto, el material que se emplea para estabilizar la vía férrea, así como los siete desvíos o semiescapes ferroviarios y dos cambiadores de hilo. En el primer caso, la licitación por algo menos de 700.000 euros cerró esta semana el plazo para la presentación de ofertas, mientras que en el segundo ya se estudian las plicas para un contrato que tiene reservados cerca de 3 millones de euros.
Adif precisa que los procedimientos todavía abiertos afectan a «materiales que no son los que se utilizan en la fase inicial de las obras, ni coinciden con el plazo de ejecución de las mismas. Su adjudicación no va a demorarse en el tiempo».
Pese a la importancia de estos contratos, y de otros ya resueltos como los casi 875.000 euros para la reposición de los sistemas de regadío o el millón de euros para el suministro de los carriles del tren, el que marcó el despegue de esta actuación fue la adjudicación a Copasa por 14,5 millones de euros de la construcción del ramal.
Sigue la preparación del terreno
Tras un procedimiento que atrajo a una veintena de ofertas, muchas de ellas presentadas por uniones temporales de las constructoras más importantes de España, la firma con sede social en Ourense se quedó con el contrato al resultar la segunda mejor desde un punto de vista técnico y la cuarta más económica. Así, en noviembre se dio el pistoletazo de salida a las obras, que en estos poco menos de dos meses se han centrado en el desbroce y preparación del terreno para abrir un gran claro por el que discurrirán las vías.
El millón de euros para la reposición de los servicios de ArcelorMittal afectados por la actuación, los 820.000 para la dirección de obra o los más de 900.000 en la redacción de informes y proyectos son otros gastos que arrastra esta inversión, a los que se une otro millón de euros que le ha costado a la APV el proyecto de construcción de la playa de vía y la red ferroviaria en el interior del puerto.
