El comercio local de Torres Torres aplaude la medida que su ayuntamiento empezó a aplicar la semana pasada para destinar a dos trabajadores a la entrega domiciliaria de las compras realizadas telefónicamente en el autoservicio, el horno y la farmacia.

Uno de los responsables de estos establecimientos afirma que «es una excelente idea y, si no se hubiera materializado, seguro que criticaríamos al consistorio y nos quejaríamos», aunque también apunta que «estamos decepcionados, porque ha sido muy poca la gente que nos lo solicita. Sólo tenemos uno o dos pedidos al día por este canal y pienso que en casos de extrema necesidad y de confinamiento sería bueno usar esta vía por comodidad y seguridad».

En el horno comentan que «la medida está funcionando bien, pero son cuatro pedidos al día como máximo, ya que muchas personas lo que hacen es congelar el pan». Uno de sus responsables asegura a Levante-EMV que «es una solución muy buena puesto que hay movimiento y tenemos menos contacto con lo que nos protegemos más». En la farmacia aseguran que «la propuesta está muy bien pensada, es sensata y muy lógica, aunque al haber poca población sólo hemos atendido tres demandas con este novedoso servicio».

Por su parte, la alcaldesa de Torres Torres, Amparo Bolós, expone que «el objetivo ha sido doble al poner en marcha esta iniciativa. Por un lado, para apoyar en lo posible el comercio local dado que en la primera ola de la pandemia ya se evidenció como imprescindible y, por otra parte, para reducir los contactos sociales sobre todo de la gente más mayor y más vulnerable al coronavirus». Bolós afirma que «hemos pensado para esto en los dos trabajadores que nos corresponden del programa E-Covid, porque los comercios no tienen recursos para hacer las entregas a domicilio». La alcaldesa añade que «ahora más que nunca nos toca apoyarnos pues esto ayuda a mantener estos establecimientos que dan servicios esenciales, como se vio en la primera ola».