Muchas y muchos son los que están ahí, cada día, cada semana, sin hacer ruido, haciendo frente como pueden a esta maldita pandemia que no nos deja recobrar la normalidad (la que sea). Los sanitarios, en primera línea, tienen pública y socialmente el reconocimiento que se merecen, pero hay otros muchos que, aún prestando servicios menos esenciales, también están luchando por sobrevivir y seguir prestando un servicio a la colectividad, «contra viento y marea».

Uno de esos es, sin duda, el cine. No es esencial pero sí necesario; al menos para muchos (o algunos) que como yo, aún se resisten a caer en las redes de la pequeña pantalla y quieren seguir disfrutando del cine en su formato más grande; en cinemascope y color, como se decía antes.

Los cines Alucine vienen ofreciéndonos, desde hace 20 años, lo mejor de la oferta comercial y a veces arriesgando con la menos comercial. Es un lujo tenerlos tan cerca de casa, a distancia humana; poder disfrutar de un paseo con final cinematográfico. Han sobrevivido a las embestidas del mercado: el cambio en los hábitos de consumo; la invasión de películas y series en televisión de las grandes plataformas digitales, que nos atrapan en casa; y la apertura de las salas de la cadena Yelmo en el centro comercial Vidanova Parc. Y ahora tienen que sobrevivir al miedo a salir de casa, al miedo al contagio en espacios cerrados. Es muy triste ver las salas con dos, tres o cinco personas, cuando la capacidad es muy superior. Hasta han bajado los precios en espera de más espectadores; sin resultado. Y aún así, no han dejado de estar ahí, de levantar la persiana cada semana (excepto con las restricciones más severas). Me pregunto hasta cuándo podrán aguantar. Esta misma semana han cerrado los cines Lys de València y las salas de la cadena más importante en España, Yelmo, han anunciado que será un cierre «con carácter temporal y hasta nuevo aviso»; confiemos que así sea.

Y si no era suficiente con la invitación a quedarse en casa de las autoridades sanitarias, las salas de cine se enfrentan ahora a un nuevo reto: las principales productoras audiovisuales del mundo han anunciado que en 2021 los estrenos se simultanearán en las salas de exhibición y en las plataformas de streaming. Esa decisión acaba con uno de los privilegios que aun tenían en exclusiva las salas: los estrenos.

Durante estos meses de confinamiento parcial hemos podido disfrutar en Alucine de algunas de las mejores películas: Adam, Regreso a Hope Gap, De Gaulle, Madame Curie… Hemos visto algunas de las nominadas como mejores películas en la próxima Gala de los Goya 2021: La boda de Rosa, de Icíar Bollaín; Sentimental, de Cesc Gay o Adú de Salvador Calvo.

Los cines Alucine están celebrando su 20 aniversario. Confío en que puedan superar esta pandemia que se eterniza y lleguen a celebrar su 40 aniversario (y yo que lo vea. Jejeje!!!). Para ello sólo necesitan una cosa: nuestro apoyo, que vayamos al cine.