El bebé tenía tanta prisa por nacer que a su madre no le dio tiempo ni a entrar al hospital de Sagunt. En la misma furgoneta donde le habían llevado hasta el centro, la mujer acabó dando a luz a su primer hijo, Mateo, un precioso niño que pesó 2.670 gramos.

La pareja, residente en Pina de Montalgrao (Castelló), acudió al centro hospitalario cuando la madre, de 30 años, empezó a ponerse de parto. Llegó a Urgencias de Maternidad con su vehículo y estacionó en la misma puerta ante las prisas con las que llegaba el pequeño. Personal del área de Ginecología salió de inmediato y se encontró con la mujer, sentada en el asiento y con el bebé ya en los brazos.

La doctora Nuria Abril fue la encargada, junto al resto de personal, de atender el nacimiento en el mismo asiento del vehículo. Allí mismo, procedieron al alumbramiento de la placenta y a cortar el cordón umbilical, antes de trasladar a madre e hijo al interior del hospital. «Lo hicieron muy bien, arroparon al bebé con una bufanda y tanto la madre como el bebé llegaron bien al hospital», decían desde el centro sanitario.

El doctor Roberto Gironés, jefe del Área de Ginecología del hospital de Sagunt, ha reconocido que se trata de un hecho «absolutamente inusual», pero que en ocasiones puede ocurrir. «En estos momentos es de agradecer tener una historia así que termina con un final totalmente feliz», dice.