"El trabajo es muy precario en las residencias; ha habido turnos de 15 horas"

CC OO denuncia esta práctica ilegal y que viejos problemas han ido a más «cuando la covid pone en peligro la vida de residentes y trabajadores»

Un anciano, al ser llevado al hospital por el SAMU. | DANIEL TORTAJADA

Un anciano, al ser llevado al hospital por el SAMU. | DANIEL TORTAJADA / M. ARRIBAS. saguntMÓNICA ARRIBAS. sagunt

MÓNICA ARRIBAS. sagunt

«El trabajo es muy precario en las residencias; siempre lo ha sido pero, además, esto se ha agudizado con la pandemia hasta extremos nunca vistos cuando, encima, la covid pone en peligro la vida de residentes y trabajadores, pues no en todos los centros se ha completado la vacunación». Así lo afirma a Levante-EMV la responsable de servicios sociosanitarios de la Unión Comarcal de CC OO, Raquel Cortés, quien denuncia que «las malas condiciones de trabajo» han disparado los problemas de estrés y ansiedad, así como las peticiones de excedencias, y que en algunas empresas han llegado a hacerse turnos de trabajo de 12 y 15 horas.

Estos últimos, según apunta, «son ilegales pero fueron impuestos en una empresa que luego los justificó en el brote de coronavirus que estaba sufriendo y dejó de aplicarlos tras la queja del sindicato y cuando empezaron a bajarle los contagios», decía tras precisar que los de 12 horas sí son legales previa negociación.

Aunque según sus datos el nivel de afectados por covid-19 entre trabajadores y residentes «ya ha bajado mucho en todos los centros afectados», las condiciones de trabajo siguen marcadas por las dificultades a diario por sobrecarga de tareas en unas plantillas que deben tomar precauciones extra por la covid y donde cada vez abunda más el personal con poca experiencia.

La situación es tal, según explica, que «incluso ya hay trabajadores que están firmando contratos pero luego, al ver la cantidad de faena y el estrés que hay, a los dos días se lo dejan. O llegan a casa, valoran con la familia el riesgo a contagiarse y lo que van a cobrar, se lo piensan y al final ni van a trabajar».

En este sector que agrupa en la comarca a más de medio millar de profesionales, la «huida» de trabajadores a la sanidad pública ha sido una constante desde la primera oleada de contagios, siempre en busca de mejores salarios y condiciones laborales. «Si de normal ya es un sector con mucha rotación, ahora ha aumentado un montón. Como no valoras a la gente, ni le pagas bien, ni la haces fija, pues no tienes un equipo sólido», afirma la sindicalista.

Esto hace que «cada vez se tengan que recurrir más a contratar a personas con menos experiencia y cualificación». «La mayoría son mujeres con baja formación y con cargas familiares que están huyendo de empresas que les pagan también poquísimo, a 3 euros la hora, por asistencia a domicilios como gerocultoras, pero que no tienen experiencia en centros de este tipo», añade.

En las plantas con enfermos psiquiátricos donde, según CC OO, no se llega apagar un plus de peligrosidad, la situación siempre es peor pues a los riesgos actuales de la covid se une una casuística especial: No faltan episodios violentos y de agresiones en ocasiones protagonizados por personas jóvenes, con más vitalidad y energía, a las que cuesta más serenar.

Falta de inspectores

Desde el sindicato se afirma además que las ratios de personal mínimo en las residencias marcadas por la conselleria «al final no se cumplen porque están ‘maquilladas’ al contar a personas que hacen tareas de coordinación y con las que, por tanto, no se cuenta a la hora de hacer los turnos». A esto le suman la falta de inspectores de la conselleria «pese al aumento que hizo Mónica Oltra» y al hecho de que a menudo estos «avisen a los centros antes de ir» .

Aunque hay excepciones de centros donde se dio una paga a modo de gratificación tras la primera ola de la pandemia, en CC OO dicen que esto no es habitual. Más bien, al contrario, aseguran que «están teniendo que pelear por todo tipo de derechos laborales». «En acción sindical no paramos. En algunos sitios hemos tenido que intervenir para que se paguen horas extras o la hora de la comida, cuando se estaban haciendo jornadas de 14 horas. O impedir la cesión de trabajadores entre residencias de un mismo grupo. O pelear para que les laven los uniformes en la empresa», decía además de pedir implicación de las autoridades locales «porque son sus vecinos y, al menos, pueden alertar a la conselleria y reclamarle más controles y que mueva ficha», afirman.

Auxiliares de enfermería «que hacen de todo»

Las dificultades para cubrir determinadas plazas por falta de profesionales es uno de los argumentos de la patronal de residencias para justificar muchas vacantes. Desde CC OO aseguran que esto ha hecho que, especialmente, las auxiliares de enfermería «hagan de todo», sobre todo en sitios donde se ha despedido a celadores «para ahorrar». De hecho, afirman que en muchos centros se hacen turnos vacíos de enfermeras, donde son esas auxiliares las que asumen esas funciones, «pese a que esto no se les pague ni se les reconozca». Esto, según afirman, se vio en una residencia de la comarca, donde llegaron a estar varios días 3 auxiliares para 100 residentes «sin enfermeros», teniendo en cuenta que había 42 contagiados. O en otro centro, donde cogieron la covid «todos los residentes menos 8 y todos los trabajadores menos 5, por lo que cinco gerocultoras (con menor formación) se hicieron cargo de toda la residencia desde el día de Navidad hasta mediados de enero. Y nadie de la Conselleria les ayudó» «Yo creo que Sanidad no interviene más residencias porque no tiene medios, no porque muchas situaciones no sean graves. Los trabajadores se sienten abandonados», añadía Cortés desde CC OO.

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