El Atlético Saguntino jugará en el campo de su eterno rival, el CD Acero, hasta el final de la temporada, o hasta que el Ayuntamiento de Sagunt y la Federación Valenciana de Fútbol, responsable del campo de los rojillos acondicionen Nou Morvedre para que se pueda entrenar y jugar con garantías, ya que éste acumula daños.

Como afirma Juanma Domingo, presidente del Saguntino, «lo único que queremos es que se acondicione nuestro campo». Se trata de un lugar que lleva necesitando una intervención desde hace tiempo. El confinamiento puso las cosas fáciles a los saqueadores que lo dejaron peor de lo que estaba: «El césped está destrozado, lleno de agujeros en los que se ve hasta el asfalto. El poco caucho que quedaba se lo llevaron las lluvias. Los vestuarios son tercermundistas, más aún desde los robos del año pasado, y el mantenimiento del estadio es lamentable. Las gradas se pueden venir a bajo en cualquier momento de las grietas que tienen». 

Como el campo no está en condiciones, los saguntinos llevaban dos semanas entrenando en Puçol pero su presidente asegura que «el club no puede asumir el coste de 150€ diarios. No teníamos otro sitio, y los jugadores se quejaban, de modo que nos pusimos en contacto con Javier Timón, concejal de deportes y se concretó una reunión con el presidente del CD Acero para llegar a un acuerdo con el uso del Fornás de forma temporal. Se trata de una solución que agradecemos pero no queremos que se demore en el tiempo, como mucho hasta final de esta temporada».

Aunque la peña Frente Romano emitió un comunicado criticando el acuerdo para ‘jugar en el campo municipal cedido al enemigo’, el presidente rojillo optó por obviar esas críticas y destacar que se respeta al socio porque los partidos ahora son a puerta cerrada. Desde esa peñas también recalcaron que el Saguntino «no necesita de limosnas de nadie, sino justicia y la necesita ya. El club y los aficionados nos sentimos abandonados», decían pidiendo instalaciones adecuadas.

En eso último coinciden con el presidente, que explica que «el problema del no mantenimiento del campo es que es propiedad de la federación que cree que cediéndolo hace suficiente, mientras el consistorio dice que no puede invertir en un campo que no es suyo». Ante un caso tan excepcional, el ayuntamiento se está planteando la compra o la cesión para poder acondicionarlo: «Es el momento de que desde el equipo de gobierno dé un golpe sobre la mesa» dice Domingo.

El concejal de Deportes, Javier Timón, expresa que su predecesor, Javi Raro, ya había comenzado los trámites para llegar a un acuerdo con la Federación Valenciana de Fútbol: «hemos solicitado dos informes a Patrimonio, uno sobre la valoración económica del campo y otro de las actuaciones necesarias para acondicionarlo» decía. Respecto al nuevo estadio, Timón cuenta que ‘está contemplado dentro del Plan Director de la anterior legislatura, pero a largo plazo, pues se trata de una inversión muy elevada en al que tendrán que participar más administraciones, dice mientras el concejal de urbanismo y anterior alcalde, Quico Fernández, afirmaba que «la parcela en la que se va a construir hace mucho tiempo que está a disposición».