Un aviso vecinal de que un joven buceador llevaba tiempo sin dar señales de vida ha movilizado esta tarde a Salvamento Marítimo, Policía Local de Sagunt y Guardia Civil en la playa del Port de Sagunt.

La alarma ha empezado a cundir a media tarde cuando dos buceadores se han dado cuenta de que, en las inmediaciones del Pantalán, había una boya en el agua que había dejado un joven buceador, pero no había ni rastro de él, cuando en unas rocas tenía algunas de sus pertenencias.

Al sumergirse vieron que de esa boya salía una cuerda que iba justo hacia el viejo pantalán, una estructura construida hace 44 años pero que presenta serios daños, dos tramos caídos y está pendiente de restaurar o derribar.

Aunque era arriesgado, bucearon por allí en su búsqueda y al no verlo ni ahí, ni tampoco por las rocas, decidieron salir a tierra. Al comprobar que su coche seguía aparcado en el mismo lugar donde lo habían dejado por la mañana, no dudaron en avisar al 112, temiendo que hubiera tenido un accidente.

"No lo conocíamos de nada, pero mi compañero lo había visto llegar por la mañana y tras comentar con él cómo estaba el agua, le contó que era la primera vez que buceaba en la zona. Le extrañó verlo solo, porque eso es lo que nunca se debe hacer. Siempre hay que bucear al menos con otra persona. Pero preparado iba. Llevaba varios fusiles", contaba uno de los buzos que decidió pedir ayuda.

Esto movilizó tanto a Salvamento Marítimo, como a tres patrullas de la Policía Local y dos de la Guardia Civil, así como otro agente de la Benemérita del Port de Sagunt.

Al final, agentes de la Policía Local le encontraron entre unas rocas, en buen estado de salud y ajeno al despliegue que se había organizado temiendo que le hubiera ocurrido un accidente.

"Él ha pedido disculpas y afortunadamente todo ha quedado en un susto. Los dos buceadores que han dado el aviso estaban realmente preocupados y se han arriesgado buscándole en una zona peligrosa", decía la Policía Local, Natalia Antonino, resaltando la conveniencia de extremar las precauciones y bucear en pareja.

Uno de los buceadores que dio el aviso explicaba luego a Levante-EMV que todas las alarmas les saltaron al ver la boya del joven sin rastro de él.

"Parece que el procede del País Vasco y no conoce bien las normas del buceo. Aquí, al menos, son que las boyas localizan el lugar donde estamos sumergidos para que cualquier equipo de salvamento tenga clara nuestra posición. Uno no puede irse dejándola abandonada mucho tiempo. Eso es incumplir las normas y ser un irresponsable", decía ya más tranquilo después de los nervios pasados pensándo en que habría poderle ocurrir a este joven residente en Moncofa.