Los datos recopilados por el Servici Valencià d’Ocupació i Formació (Labora) al cierre del primer trimestre del año ofrecen una doble lectura en función del momento elegido para establecer la comparativa en el caso del Camp de Morvedre.
Por una parte, las 7.260 personas en búsqueda activa de empleo con que se acabó marzo suponen un retroceso respecto al mes anterior del 2,6 %, ya que a finales de febrero, cuando la comarca todavía se recuperaba de la tercera ola de la pandemia, los desempleados en la comarca rozaron los 7.500. Este buen comportamiento estadístico del paro queda atenuado al comprobar que, en lo que va de año, los vecinos de Morvedre apuntados en las listas de Labora aumentaron más de un 3,8 %, al cerrarse 2020 con algo menos de 7.000 desempleados.
Pero peor parado todavía sale el balance del último ejercicio, que ha estado marcado por la pandemia y permite valorar la factura laboral que de forma directa se ha cobrado el coronavirus en la comarca, al menos de momento. En este caso, el incremento del paro se dispara hasta un 8 %, ya que en estos últimos 12 meses, según siempre los registros oficiales de Labora, más de medio millar de personas ha pasado a engrosar las listas del paro, ya que, a finales del marzo de 2021, los desempleados registrados en la comarca apenas superaban los 6.700.
Por municipios, en este último año el paro ha aumentado en la mayoría de localidades de la comarca, desde los 443 de Sagunt hasta los dos de Segart, pasando por los 33 de Gilet, los 24 de Canet d’en Berenguer, la decena de nuevos desempleados en Faura o los nueve en Torres Torres. Por el otro lado, solo cuatro pueblos del Camp de Morvedre han cerrado este primer trimestre del ejercicio con menos desempleados que 12 meses antes. Se trata concretamente de Albalat dels Tarongers, donde el paro ha bajado en seis personas, lo mismo que en Quart de les Valls, mientras que en Algímia d’Alfara y en Benifairó de les Valls lo ha hecho en dos personas y una, respectivamente.
Por sectores, todos vieron aumentado el número de desempleados, con especial impacto tanto en quienes no tienen actividad económica previa, que en este año han pasado en la comarca de 382 a 534. También los servicios se han visto afectados con más de 200 parados nuevos, así como la industria, con casi un centenar, la construcción, apenas ocho, así como la agricultura, donde hay 30 trabajadores menos que hace un año.
