Casi 1.400 mujeres han encontrado una oportunidad de desplegar sus potenciales en Sagunt, gracias al trabajo que realiza desde hace más de 20 años el Instituto Secular de las Obreras de la Cruz, fundado en València para impulsar el apostolado social obrero y presente también en el ámbito internacional.
A través de talleres y cursos de formación prelaboral, muchas mujeres con distintas problemáticas sociales se han beneficiado a todos los niveles, desde oportunidades de aprender y formarse, ganar confianza en sí mismas y empoderarse como personas valientes y decididas. Así lo explican monitoras y asistentes a estas clases, donde todas aseguran sentirse «profesoras y alumnas».
Esta complicidad lo convierte en un espacio perfecto no solo para aprender un oficio y lograr una oportunidad laboral, ya sea de manera autónoma o a través de la mediación con diferentes empresas, sobre todo en la limpieza hospitalaria o como camarera de piso. También permite mejorar las destrezas a la hora de afrontar situaciones, luchar contra toda forma de machismo y violencia contra las mujeres, así como garantizarse algo que a veces parece un tesoro : «Que te traten como personas con respeto y cariño», afirman.
En concreto, el proyecto Mil.una Sagunt está en marcha desde 1998 y cuenta entre su oferta con un taller productivo de costura que «responde a la necesidad de ofrecer un espacio de trabajo protegido para mujeres que, por sus condiciones actuales, no pueden incorporarse al empleo ordinario», explican desde la entidad.
A la vez, comercializan productos como bolsas de tela para la compra, mochilas y bolsos, neceseres con cremallera y distintos complementos, con lo que logran «un trabajo de sensibilización y visibilización con diferentes entidades y particulares que compran nuestros productos», añaden. Además, confeccionan indumentaria romana para el Aula de Cultura Clásica Domus Baebia. Para ello, cuentan con la colaboración de una modista que les enseña y ayuda con el patronaje.
En este trabajo, que se desarrolla en coordinación con el Ayuntamiento de Sagunt, entre las asistentes «hay migrantes, personas de etnia gitana y familias en situación de vulnerabilidad y en riesgo de exclusión, algunas monoparentales, con pobreza estructural y víctimas de violencia de género», según explica Mª José Fernández, trabajadora social del proyecto que indica que «es una gran oportunidad y privilegio poder acompañar los procesos de las mujeres y descubrir sus grandes potencialidades», aseguran desde la agencia Avan.
11 mujeres con empleo
En 2020, más de 70 mujeres recibieron formación en el taller, 25 participaron en la actividad formativa prelaboral; seis cursaron un taller productivo de confección de productos artesanos, otras 12 se inscribieron en el taller de arte para mujeres gitanas y 30 más recibieron asesoramiento, información y seguimiento dentro de una entidad donde no falta la motivación a los estudios y a la formación reglada reforzando la lectura, la investigación por temas, la lectura crítica y comprensiva, así como el fomento del autocuidado. De todas ellas, 11 mujeres consiguieron un empleo durante 2020.
«Apostamos por una manera de luchar contra las situaciones de desigualdad y exclusión social creando espacios de formación, generando oportunidades laborales que posibiliten a las mujeres su independencia», concluye desde un centro donde se imparten también cursos de manipulador de alimentos o de monitoras de comedor escolar.
Nuevas oportunidades. La labor que se desarrolla en Sagunt ya ha beneficiado a cerca de 1.400 mujeres. 1 y 2 Dos momentos del taller productiva de costura que se imparte desde el Instituto Secular de las Obreras de la Cruz. F
3 Algunos de los productos que se comercializan desde esta iniciativa social. F
