Petrés cierra una etapa de su historia con la venta de la casa del secretario. Un inmueble que pese a «carecer de valor patrimonial y arquitectónico», supuso una forma de vida, un sustento y un recurso para aquellas personas que formaron parte de las administraciones locales de los años 50, ya que en este se alojaron varios de los secretarios que pasaron por el Ayuntamiento, al igual que lo hicieran los sacerdotes asignados a cada parroquia en las conocidas «Casa abadía» o los médicos, en la «casa del metge·».
Casas que ponía el consistorio a disposición de estos trabajadores foráneos que en muchas ocasiones acababan convirtiéndose en verdaderas oficinas.
El motivo de su venta por parte del consistorio de Petrés estriba en el gasto que el inmueble implicaba para las arcas municipales , dado el deterioro que padecía. Además, no reunía las condiciones para ninguno de los proyectos posibles, «era poca su utilidad», explicaba el alcalde, Pere Peiró.
Durante meses, esta propiedad ha sido sede de alguna que otra asociación del municipio y de archivo, opciones que ya son inviable dado el estado de la casa, que requiere de una urgente actuación. Después de estudiar su estado y el futuro de la misma, el ayuntamiento ha decidido venderla. El inmueble salió a subasta con un presupuesto base de licitación de 24.222 gas, sin embargo, el inmueble se ha vendido a un vecino de la localidad por 25.222 euros.
El inmueble, que se halla en la calle Fray Domingo, cuenta con una superficie de 70 metros cuadrados en una planta primera, que consta de un comedor-cocina, baño y tres habitaciones, un modelo tipo de distribución en este grupo de viviendas sociales que se construyeron hace unos 70 años.
Mejorar el tráfico rodado
La venta redundará en mejoras para el municipio, tal y como ha adelantado Peiró. Con este objetivo, el gobierno está trabajando en la compra de un solar frente al ayuntamiento, terreno ubicado en la antigua entrada del pueblo con la finalidad de «mejorar el tráfico rodado», adelantaba el presidente de la corporación. El objetivo es «construir una rotonda y dotar la vía de un doble sentido», añadía.
Además, también se contempla la posibilidad de conectar esta carretera con el paseo que lleva hasta el nuevo puente y habilitar nuevas plazas de aparcamiento.
Precisamente, la falta de estacionamiento en el municipio es otra de las preocupaciones del equipo de gobierno. Para poder resolver el problema, el ayuntamiento adquirió hace unos meses 1.400 metros cuadrados de terreno en la Avinguda del Baró de Petrés con el objetivo de habilitar una zona de aparcamiento, tal y como avanzaba el alcalde. «Teníamos claro que el dinero obtenido con la venta se destinaría a mejoras para el municipio», terminaba Peiró.
