La Demarcación de Costas de València ha iniciado este lunes la retirada de piedras en las playas de Corinto y el norte de Almardà para mitigar el escalón que convierte el baño en muy peligroso.

Tras meses de espera culminados esta semana con la adjudicación del contrato por casi 36.000 euros a Ferrovial, la intención inicial era llevarse hasta Almenara cerca de 4.800 m3 de grava, aunque el organismo estatal aclara a Levante-EMV que «es difícil concretar la cantidad, ya que se quitará la que sea necesaria para evitar los desniveles». En este sentido y como se apuntó hace unos días, el objetivo es que la inclinación del 15 % que presenta ahora esta parte del litoral norte de Sagunt se reduzca hasta el 7 %.

De esta forma y sobre unos trabajos coordinados con el ayuntamiento, el alcalde, Darío Moreno destaca que «finalmente Costas cumple su palabra. La retirada va a ser mayor que en años anteriores con el objetivo de reducir al máximo el escalón y evitar que se reproduzca a lo largo del verano. Vemos un compromiso cumplido y es positivo». En este sentido, el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica se ha llevado de Almardà durante los últimos cinco años un total de 56.000 m3 de grava.

Una cuestión importante es la duración de estos trabajos, que llegan más tarde que nunca en pleno periodo estival. El programa inicial marca dos semanas de obras, que, según Costas, se ejecutarán «en los momentos que menos molesten a los usuarios», aunque este rotativo ha podido saber que la intención es realizarlos de 8 a 17.30 horas, periodo en el que se prohibirá el baño en la zona donde se encuentre la maquinaria.

Esta circunstancia ha indignado a vecinos de la zona, que consideran «una vergüenza», que «no hayan tenido otro momento», según manifestaban a Levante-EMV. «La solución que nos dan es que nos vayamos a otra playa, pero parece que no tienen en cuenta lo que suele pasar con este tipo de actuación, que el paso de los camiones provoca desperfectos en las calles, además de generar unas molestias por polvo y ruidos que nos obligan a estar recluidos en nuestras casas».

«Va a ser mucho peor»

Una residente en la zona añade que «cuando otros años se ha hecho en marzo o abril también causa problemas, pero se aguanta mejor. Ahora en verano va a ser mucho peor». Esta vecina también señala que «está claro que es una competencia de Costas, pero el ayuntamiento tiene que ponerse firme y defender sus intereses».

Y mientras se adoptan estas medidas de emergencia contra el deterioro de las playas del norte de Sagunt, el proyecto de los espigones de Almenara cuenta las semanas para ejecutarse y el ministerio sigue en fase de estudio de las alegaciones presentadas contra sus planes de estabilización en las playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa.