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"Polvorines" en plena Calderona

Alcaldes de la Baronia aseguran estar muy preocupados ante el riesgo de incendio que presentan los barrancos y las posibles consecuencias para el parque y las urbanizaciones próximas

«Polvorines» en plena Calderona | DANI TORTAJADA

Los barrancos de la Baronia Baixa se han convertido en verdaderos «polvorines» para la Sierra Calderona. El viento de los últimos días, junto a las tormentas secas y las altas temperaturas mantienen en vilo a los alcaldes de poblaciones como Segart, Albalat dels Tarongers, Estivella o Gilet que temen que estas circunstancias puedan propiciar incendios. Esta situación «nos tiene muy preocupados, dada la proximidad de estos barrancos a zonas habitadas», afirma el presidente de la Mancomunitat de la Baronia y alcalde de Gilet, Salva Costa.

«Polvorines» en plena Calderona | TORTAJADA.

Uno de los casos más peligrosos se da en Segart, donde el Barranc del Mig está «a su máxima capacidad de maleza, no hay un metro cuadrado libre, las ramas sobresalen del barranco», explica el alcalde, Francisco Garriga. «Si se prendiera fuego, algunas casas correrían peligro, ya que el bancal pasa por medio del municipio». Además del riesgo que pudiera correr la población, Garriga recuerda que los barrancos están en plena Calderona.

En el caso de Segart, la falta de financiación para la limpieza por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha llevado al mandatario a recurrir a la Diputació de València, que finalmente acometa estas tareas a través de la brigada de Divalterra, como ya lo está haciendo con el Barranc de Dalt, que estaba en una situación «lamentable», insiste el alcalde.

Una situación muy similar la padece Gilet con el barranco del polideportivo, junto a la piscina y a poco metros de una zona urbana donde tiene previsto construirse el nuevo colegio. «Estamos preocupados, porque los barrancos están a tope. Si pasara algo sería un desastre», dice Costa, quien califica la situación de «sangrante, más estando junto a un parque natural. No se puede entender esta inacción de la CHJ, que es la administración que tiene competencias este tema».

Además del riesgo de incendios, la alcaldesa de Albalat, Maite Pérez, recuerda que también lo hay por inundaciones. «Si reventara la presa o tuvieran que soltar mucha agua del pantano, aquí nos ahogaríamos, tal y como está el río. El agua no podría pasar y saltaría», apunta la socialista.

Desalojo de viviendas

Al río se unen los barrancos con los que cuenta Albalat, junto a los que se han asentado decenas de urbanizaciones alegales cuyos residentes los utilizan como vías de paso para ir de un sitio a otro, explica Pérez. «Si el verano se presenta seco o con días de poniente, vamos a tener problemas». La alcaldesa tiene muy claro que, de producirse un incendio en alguno de los barrancos de Albalat, seria necesario el desalojo de las viviendas.

Ante esta coyuntura, que se repite en la mayoría de los municipios de la Baronia, sus máximos responsables y a la cabeza el presidente de la mancomunidad reclaman soluciones inmediatas y actuaciones por parte de la CHJ para minimizar los riesgos que existen, tanto para el parque natural como para los vecinos que viven en urbanizaciones de montaña próximas a barrancos y al parque.

La inacción de la CHJ ha llevado a estos ayuntamientos a tirar de fondos propios para trabajos de silvicultura o de las ayudas de la diputación y Generalitat.

«Nos sentimos abandonados por parte de la CHJ»

Además de compartir el estado de sus barrancos, alcalde de la Baronia coinciden en la sensación de abandono por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Todos aseguran haber contactado para solicitar acciones en sus barrancos o en la cuenca del río Palància, pero «la respuesta siempre es la misma: Te doy el permiso, pero apáñate tú». Esta contestación molesta al presidente de la mancomunidad, Salva Costa, quien asegura que «solo somos buenos para pagar. No entiendo para qué tenemos una CHJ a la que abonamos un canon y luego no nos da servicio». Este pago se suma a «otro peaje si tienes un badén o un paso por el río. Esto es inaudito».

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