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Costas no hará cambios "sustanciales" en su plan para Almardà tras las alegaciones

La documentación ya ha sido remitida a Madrid para la correspondiente evaluación de impacto ambiental

Imagen de este verano de una de las playas del norte de Sagunt. | DANIEL TORTAJADA

«Tras el análisis de las alegaciones no se concluyen modificaciones sustanciales en los planteamientos del proyecto». Ese es el resultado resumido del proceso de información pública al que la Demarcación de Costas de València sometió a sus planes para la regeneración de las playas de Almardà, Corinto, Malvarrosa y Canet d’en Berenguer.

Una cuestión para la que sí ha servido la aportación de una decena de organismos públicos y asociaciones de la zona de los 20 que fueron consultados, además de tres colectivos que alegaron a título personal, es para «mejorar el programa de vigilancia ambiental», según confiesan a Levante-EMV desde la delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana.

Estas mismas fuentes añaden que tanto el proyecto como el informe de las alegaciones ya han sido remitidos a Madrid para su evaluación de impacto ambiental, un trámite que la Demarcación de Costas ha acompañado con «la incorporación de algunas observaciones puestas de manifiesto durante la fase información pública para ser remitido también», apuntan desde el organismo presidido por la exalcaldesa de Sagunt, Gloria Calero.

El siguiente paso administrativo de este proyecto resulta clave para determinar el retraso que acumularán las obras en el norte de Sagunt y Canet con respecto a las actuaciones ya adjudicadas en Almenara, que se prevén iniciar en unas semanas. En esta línea, la declaración de impacto ambiental del proyecto para la regeneración de las playas del sur de la provincia de Castelló se prolongó durante cerca de tres años, debido en buena parte al bloqueo desde la Generalitat.

Para el caso del norte de la provincia de València, el objetivo es que este paso no se alargue más de 18 meses, para que las obras arranquen en un plazo aproximado de tres años.

Cabe recordar que entre las líneas maestras de los planes de Costas para las playas del norte de Sagunt y Canet, que están presupuestados en más de 18 millones de euros, se encuentran el trasvase de 1,1 millones de m3 de arena procedente del banco de Cullera, la retirada de 75.000 m3 de piedra con destino al sur de la provincia de Castelló y la restauración del cordón dunar en Almardà.

La estabilización del litoral con un acceso cómodo al baño fue uno de los aspectos destacados desde el organismo estatal para defender estas actuaciones, aunque el Ayuntamiento de Sagunt, a través de un informe elaborado por el Instituto Mediterráneo para el Desarrollo Sostenible (Imedes), puso en duda la durabilidad del proyecto, ya que, «en un contexto de cambio climático, no incluye medidas ni elementos de protección no agresivos que ayuden a la estabilidad de la playa y a minimizar futuros temporales que pongan en riesgo el éxito de la actuación prevista».

El Ayuntamiento de Canet d’en Berenguer fue uno de los 13 organismos o asociaciones que presentó alegaciones durante el proceso de información pública del proyecto de la Demarcación de Costas de València para la regeneración de playas de Almardà, Corinto, Malvarrosa y Canet.

Los argumentos del consistorio presidido por Pere Antoni Chordà se centraban en la conveniencia de construir un espigón o prolongar el dique de levante del Puerto Siles, cuestión que se viene planteando desde hace años y que el propio organismo estatal contemplaba en la mayoría de sus alternativas para actuar en esta zona norte de la provincia de València.

Y es que la idea de Costas es no tomar medidas en Canet, cuando «desde el punto de vista de los bañistas, -la playa Racó de Mar- ha empeorado por la presencia de gravas. Es evidente que la playa de Canet ha perdido calidad» y, de hecho, «es la que más arena está perdiendo desde 2015».

Uno de los motivos es que el dique de levante del Puerto Siles ya está colmatado, de tal forma que no ejerce de barrera de sedimentos, así que su prolongación o construcción de un espigón de unos 250 metros sería «la solución idónea», porque, además, «sería definitiva» como «fuente de futuras realimentaciones del norte del tramo», según defiende Canet.

Esta teoría ya la planteó el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria en su estudio integral de alternativas de actuación en el tramo de costa comprendido entre el puerto de Burriana y el puerto de Sagunt, elaborado en 2011 y que proponía la construcción de un espigón de 265 metros en el Puerto de Siles.

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