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El puesto de control en frontera abre en Sagunt con casi 10 años de retraso

La previsión es que atraiga 171.000 tn al año

Edificio desde el que se presta el servicio de control fronterizo en el puerto de Sagunt. | M.M.C.

El puerto de Sagunt dispone desde hace unas semanas del puesto de control fronterizo, una inversión reivindicada desde hace años y que apareció por primera vez en los presupuestos hace casi una década. Estas instalaciones finalmente han entrado en servicio después de unos meses en los que la Autoridad Portuaria de València (APV) y la delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana se echaran mutuamente la culpa de que, con el edificio finalizado, la falta de personal, según la primera, y un permiso de Europa, según la segunda, bloqueara su apertura.

Superados todos estos obstáculos, desde la APV aseguran a Levante-EMV que el inicio de la actividad ha sido lento, con un promedio de «unos cinco contenedores a la semana, porque ahora falta que las navieras sepan que está en marcha y la utilicen». Estas mismas fuentes reconocen que para realizar las labores de control de los contenedores se están desplazando por el momento inspectores de Sanidad procedentes del puerto de València un par de veces a la semana.

Cabe recordar que desde este edificio se examinan todos los productos de consumo humano y animal que llegan a Sagunt desde fuera de la Unión Europea, con el objetivo de prevenir la entrada de cualquier agente contaminante que ponga en riesgo a la población, un aspecto en el que los agricultores de la comarca están incidiendo desde hace años.

El presidente de la APV, Aurelio Martínez, reconoció cuando por fin el Ministerio de Hacienda desbloqueó la construcción del puesto de inspección, que se había aparcado como consecuencia de la crisis de 2008, que esta infraestructura «resulta clave para mejorar la competitividad del puerto de Sagunto», ya que permitirá diversificar las mercancías que llegan hasta sus dársenas.

Y así lo refleja también la memoria que se redactó con el proyecto, que recogía una previsión de 74.500 toneladas y 15.000 contenedores que pasarían por estas instalaciones durante su primer año de funcionamiento, que en el cuarto ascenderían hasta más de 171.000 toneladas y más de 36.500 contenedores. Según estas estimaciones, la mercancía más manipulada en este edificio serán los productos vegetales, seguidos de los de origen animal y los graneles agroalimentarios.

Inversión

Para hacer realidad esta actuación, el mayor desembolso fueron los cerca de 4,9 millones en los que se adjudicó a Dragados su construcción, a los que se han ido añadiendo la dirección de obra (192.000 euros), los trabajos adicionales en el edificio (177.000 euros), el apoyo a las labores de gestión del puesto de control (108.000 euros) y recientemente la instalación de los carteles indicativos (330 euros).

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