«Las quejas por la suciedad en las calles son un clamor». Afirmación que realizaba el portavoz de IP Manuel González, quien aseguraba que «los ciudadanos han estallado ante el abandono más que patente en nuestras calles».

Unas quejas que, según los segregacionistas se han visto incrementadas en los últimos días, dado «el grado de dejadez que existe y que es absolutamente inaceptable».

Los de IP señalan como responsable de la limpieza municipal al alcalde, Darío Moreno, quien «en lugar de centrarse en la gestión de la empresa intentó hace unos meses junto a los concejales de Compromís, enchufar a alguien de su cuerda en la gerencia de la SAG. De hecho, cuando se le piden responsabilidades, se dedica a echar balones fuera cargando la culpa al gerente de la empresa y a aquellos que nos hemos negado al cambio porque creemos que el gran problema de la SAG no es el gerente, sino la pésima dirección política de la misma». Un asunto bajo el que se esconde, según González, «la privatización de la empresa municipal de limpieza».

Además de criticar el trasfondo del asunto, el portavoz segregacionista ha expresado su «malestar ante el clamor ciudadano por la suciedad de calles y los malos olores de los contenedores, por falta de limpieza de estos. Por otro lado, la frecuencia de paso y la recogida de las bolsas de basura que se quedan fuera de los contenedores, en ocasiones durante varios días, unido a la mala imagen de algunas zonas en las que durante el verano la recogida es claramente insuficiente, han constituido una batería de quejas que se han repetido un día tras otro, con múltiples fotografías que nos parecen un escándalo».

«A esto se suma la deuda de 4,5 millones contraída con el ayuntamiento, con facturas impagadas», denuncia. Pese a esto, desde IP considera que «las cosas se pueden mejorar».