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"He sido muy feliz por ver a quienes me salvaron la vida"

La joven marroquí operada en 2006 gracias a un proyecto solidario saguntino conoce 17 años después a quienes permitieron su «milagro»

Imane, entre dos voluntarios de ADRA, sostiene una imagen que le hizo Levante-EMV cuando vino hace 15 años para ser operada. | DANIEL TORTAJADA

Los lazos de solidaridad cruzaron fronteras en 2006 entre Sagunt y Marruecos, en un viaje muy particular que se ha repetido 15 años después pero con un cambio radical.

Su protagonista en los dos casos ha sido Imane. Entonces, era una niña que a los dos años y medio estaba aquejada de una enfermedad coronaria grave, Tetralogía de Fallot, que limita su día a día y tenía una escasa esperanza de vida. Sin embargo, la suerte se cruzó en su camino y, gracias a la ONG ADRA en el Camp de Morvedre, pudo ser operada en València en una intervención que, literalmente, le devolvió a la vida.

Ahora Imane ha podido regresar recientemente a Sagunt y conocer muchos de los que en ese momento le cambiaron su día a día pues la Tetralogía de Fallot le generaba pérdidas de conciencia y una constante limitación, hasta el punto de que se volvía cianótica por el simple esfuerzo de subir una escalera, como pudieron ver con angustia en persona Peregrín Asensi y su familia, unos vecinos de Quart de les Valls, voluntarios de ADRA Morvedre, que acogieron con cariño a ella y a su madre mientras duró todo el proceso.

Ese pequeño «milagro» pudo ser realidad a partir del voluntariado sanitario que realizaba ADRA en Marruecos. Rondaba el año 2005 cuando un contacto le presentó al equipo médico a Imane. Su corazón presentaba cuatro anomalías congénitas y su esperanza de vida era inferior a los 10 años pues a su familia le era imposible acceder a la cirugía requerida. Por eso, ADRA inició los trámites para poder operarla en València.

«Gracias a la Generalitat Valenciana, al Hospital la Fe y en concreto a la unidad de Cirugía cardíaca pediátrica y Cirugía cardiovascular con los doctores Pascual Malo, Caffarena y Serrano, al frente, en 2006 se operó a Imane, y fue un éxito rotundo. Le cambiaron la vida por completo y le dieron una nueva», afirmaba Peregrín Asensi a Levante-EMV.

Aunque él se quita el mérito, admite que gracias al apoyo del Centro Islámico de Valencia y de ADRA Morvedre, la estancia de Imane y de su madre durante el mes y medio que estuvieron fuera de casa «fue más familiar y sintieron el cariño necesario en esos momentos tan cruciales», reconocía.

Con 18 años, la joven visitó Sagunt recientemente y participó en el XXV Aniversario de ADRA Morvedre, llena de vitalidad. Además, en la revisión que le hizo el doctor Javier Chorro en el Hospital Clínico de València se constató que de salud coronaria «está muy bien». «Estamos muy felices porque su corazón valenciano aún tiene mucha música por interpretar», añadía Pele. «Es un ejemplo claro de lo que se puede lograr gracias a un trabajo solidario que siempre te enriquece muchísimo», coincidían en señalar otros voluntarios, Juan Carlos Pulleiro y Manuel Pastor.

«Sentí que fui recreada»

Convertida ya en una joven pre-universitaria ilusionada en estudiar Económicas y montar su propia empresa, Imane solo tenía palabras de agradecimiento por aquella operación decisiva y por su regreso. «Desde que leí el mensaje de venir a España, he sido muy feliz de volver y ver a los voluntarios que me salvaron la vida y de los que me hablaba mi madre en cada foto que he visto», decía. «Cuando fui a la fiesta de ADRA y conocí a algunas de las personas que me salvaron la vida, sentí que fui recreada. Me sentí muy feliz cuando hablé con ellos y me recordaron cuando vine de niña», agregaba admitiendo que de su primer viaje apenas recuerda nada.

Aún así, confesaba sentirse impresionada por el cariño recibido en su reciente viaje. «Lo que me impacta es cómo me tratan, a pesar que hace mucho cuando vine la primera vez, pues era todavía una niña. Su interés por mí y su alegría cuando me vieron, genera en mí un sentimiento indescriptible», decía con emoción, deseando «que la paz sea con todos» y agradeciendo en el alma ese «milagro» que hizo posible una ONG del Camp de Morvedre.

Otras seis vidas cambiadas en Marruecos gracias a la solidaridad

El voluntariado sanitario en Marruecos realizado por ADRA Morvedre durante más de una década ha cambiado la vida de muchas personas, especialmente de quienes, como Imane, han podido ser intervenidas quirúrgicamente en València. Lo positiva que fue la experiencia en 2006 con aquella niña de apenas dos años llevó a la ONG a seguir por esta senda.

Esto permitió dar alas a Fátima, una pequeña de 10 años, con una lesión muy grave tras sufrir una picadura de escorpión cuando tenía 5 años. En su caso, fueron necesarias dos intervenciones en 2010, con el especialista Cirujano Ortopédico Infantil Vicente Martí del Hospital Infantil La Fe.

También Bouazza, de 37 años pudo volver a andar con una prótesis tras ser intervenido en 2011 en el Hospital Doctor Peset por el doctor Ignacio Crespo de una patología originada por un problema vascular, que le tenía postrado en una silla de ruedas y aquejado de grandes dolores.

Naima, de 8 años, fue otra de las beneficiadas. Ella sufría una alteración que le impedía hablar y alimentarse correctamente hasta que en 2014 fue operada por el especialista Cirujano Maxilofacial Fernando Gómez en el Hospital Quirón Valencia.

ADRA también cambió la vida de Malak, a sus 7 años, tras conocer su caso a través de una colaboradora en Argelia. La niña sufría una hernia diafragmática congénita pero pudo ser intervenida en 2015 por la especialista en Cirugía Pediátrica, Ana López en el Hospital Vithas 9 de Octubre.

No han faltado casos en los que han sido necesarias hasta tres o cuatro intervenciones. Uno de ellos es el de Samira, de 38 años, que necesitó cuatro cirugías para un tratamiento reconstructivo por una neurofibromatosis que corrió a cargo del doctor Pedro Cavadas en el Hospital de Manises.

También Alí, de 29 años, tuvo que pasar varias veces por el quirófano para otra cirugía de este tipo a cargo también del doctor Cavadas en el Hospital Vithas 9 de Octubre. «El objetivo siempre ha sido ayudar a población marroquí humilde, con patologías graves, susceptibles de ser tratadas mediante cirugía», explicaba el voluntario Manuel Pastor. «Por distintas razones, nuestro proyecto sanitario en Marruecos se paró, pero los contactos se mantienen y, gracias a eso, Samira y Alí fueron operados aquí», decía con una sonrisa, contagiando entusiasmo por ayudar a hacer el mundo más humano.

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