«¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?» Cicerón pronunció esta famosa frase en su I Catilinaria, contra un personaje, Catilina, harto ya de engaños y maquinaciones. A nosotros nos ha recordado la desidia y dejadez de las autoridades respecto del Patrimonio Histórico de Sagunto. ¿Hasta cuándo...?

En definitiva, da lo mismo lo que digamos o lo que escribamos. No se inmutan. No se avanza. No hay apenas proyectos para el patrimonio histórico y los que hay suelen quedarse a medias. No existe un proyecto global para la ciudad, un punto de destino adonde se planee llegar. Atascados en un barrizal burocrático, del que parece imposible salir, de donde solo surgen de vez en cuando palabras huecas o visitas propagandísticas que se anuncian a bombo y platillo en las que se promete El Dorado y al final resultan un bluf. Así vamos.

No hace mucho tiempo ya afirmamos sinceramente que no estamos en contra del desarrollo de grandes proyectos económicos y empresariales. Sabemos que son buenos para la ciudad a nivel de negocios y puestos de trabajo que aumentarían el nivel de vida de la ciudadanía y, por lo tanto, no tenemos nada que objetar.

Pero todos estos proyectos no son incompatibles con otros, de distinta índole, claro, como dinamizar el turismo cultural, que también reportaría beneficios y puestos de trabajo para la ciudadanía.

No podemos entender ni comprender la nula empatía hacia el patrimonio histórico por parte de las autoridades. Es por este motivo que hemos encabezado el artículo con esa frase de Cicerón.

Nos hubiera gustado encabezarlo con un «Aleluya», añadiéndolo además a la alegría propia de las Navidades. Pero no. Por eso vamos a pedir a los Reyes Magos solo una cosa: que el Ayuntamiento se mueva, que presione. Solo eso.

A toda nuestra gente, que tanto nos ayuda y nos sigue y a toda la ciudadanía sin excepción les deseamos mucha salud, una feliz Navidad y un mejor año.