El tripartito de Sagunt cumplió ayer con el formalismo de ratificar en sesión plenaria el pliego de alegaciones que ya ha presentado contra el Plan Hidrológico del Júcar 2022-2027. La semana pasada fue cuando se cumplió el plazo para recurrir la propuesta de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que contempla una rebaja tanto en la asignación como en la reserva de agua para el Camp de Morvedre, además de la espinosa cuestión de la desalinizadora.
Sobre esta planta, que costó más de 40 millones de euros y apenas ha encontrado clientes a los que vender su producción, las alegaciones municipales se centran en que el volumen de 6,1 hectómetros cúbicos al año que la CHJ establece como reserva para el consorcio de agua del Camp de Morvedre «no sustituya las actuales fuentes, sino que tenga como objetivo complementarlas».
Además, en este expediente promovido por la concejalía de Mantenimiento que dirige Pepe Gil, frente al que toda la oposición se abstuvo, se insiste en «excluir el agua de la desalinizadora de la planificación hidrológica hasta que los costes asociados sean repercutidos de forma solidaria en el conjunto de sistemas de explotación de la demarcación o en el conjunto del sistema nacional».
Esta reivindicación se repite sin éxito desde hace años, mientras el convenio firmado en 2007 por el Ayuntamiento de Sagunt y Acuamed, que contempla la amortización de la planta desde las arcas municipales, sigue vigente y la sociedad estatal ya ha elevado a los tribunales su reclamación para que el consistorio haga efectivos los pagos millonarios que le corresponden, según ha venido informado Levante-EMV.
Sobre este último aspecto, Gil señala que «no ha habido más intentos de negociación con Acuamed, que ha emprendido el camino judicial y ahí nos veremos». Sobre el procedimiento que se sigue en los tribunales, el edil de Compromís explica que el ayuntamiento pidió y le fue concedida una prórroga para la presentación de toda la documentación en torno a la construcción y los acuerdos adquiridos con la empresa estatal.
El concejal nacionalista insiste en que la planificación hasta 2027, «expone el problema de la recuperación de los costes asociados a la desalación, pero no establece ninguna solución para este problema con carácter general, ni en particular para la desaladora de Sagunt»
Pero el aprovechamiento de la planta de desalación sin repercutir los costes a toda la cuenca hidrográfica no es el único reparo del Ayuntamiento de Sagunt con los planes de la CHJ para los próximo seis años. Y es que tanto la asignación como la reserva de agua se ve reducido con respecto al plan todavía vigente, cuando «las previsiones de crecimiento tanto económico como poblacional requiere más caudales», según apunta Pepe Gil.
Menos asignación y reserva
Por contra, la propuesta es que la dotación se reduzca de los actuales 18,7 hectómetros cúbicos al año -13,8 para abastecimiento urbano y 4,9 para el industrial- a 17,3 hectómetros cúbicos -con un reparto de 12,5 y 4,8, respectivamente. También las reservas adicionales se rebajan desde los vigentes 14,4 hectómetros cúbicos hasta los 8,3.
Además de los foros municipales en los que se ha planteado esta cuestión, como la comisión infdormativa primero y posteriormente el pleno, estas alegaciones también se compartieron con los miembros del consorcio de aguas del Camp de Morvedre, que se reunió hace unos días, aunque no llegó a adoptar ningún acuerdo por la ausencia del secretario.
