Parc Sagunt II se ha convertido en una de las grandes esperanzas para revitalizar la actividad económico en el Camp de Morvedre y también se perfila como la solución al problema de la falta de clientes para la desalinizadora de los 45 millones de euros, que todavía hay que pagar. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) fue la primera en supeditar su apoyo al desarrollo de Parc Sagunt II a que el suministro proceda de la planta de Acuamed, como ya publicó Levante-EMV, y ahora Compromís per Sagunt se ha unido a esta reclamación.
Su portavoz, Quico Fernández, ha mostrado su «satisfacción», porque el pronunciamiento de la CHJ «va en la línea del ayuntamiento. Aceptamos su construcción -añade- por el déficit a largo plazo que planteaban varios departamentos municipales frente al crecimiento urbano e industrial que se programaba». Ahora, «no disponemos de agua suficiente que garantice el abastecimiento a estos polígonos industriales, una función que la desaladora va a cumplir de manera muy efectiva».
Así, Fernández invita a «los responsables de Parc Sagunt y de la CHJ a hacer las gestiones oportunas para incorporar la planta como suministro de agua para las dos fases del polígono. Así, se libera agua del metro cúbico para la ciudadanía».
Sobre el desarrollo de Parc Sagunt II, el portavoz municipal de Compromís añade la «necesidad de compensar el impacto ambiental de urbanizar 5,6 millones de metros cuadrados. Es una apuesta por el crecimiento, pero se deben tomar medidas como la ampliación del corredor biológico-ecológico que une el Marjal de los Moros con el río Palància y, de manera muy especial, el espacio protegido del Palància-Belcaire».
El nacionalista insiste en que «en algunos casos, el progreso implica grandes infraestructuras, pero deben ir acompañadas de una compensación ambiental, de regeneración de las montañas y, evidentemente, de prohibición de determinadas actividades, como las extractivas, en toda la red de montañas de segunda línea».
