El dolor causado por el accidente de tráfico que en octubre de 2015 le costó la vida a Alba, la estudiante de 16 años del IES Eduardo Merello del Port de Sagunt, continúa para su familia, que ha iniciado una recogida digital de firmas para reclamar Justicia. El guardarraíl de la mediana de la calzada, «inadecuado para esa vía y en deplorable estado de mantenimiento, según probamos en un informe pericial», fue el principal responsable del fatal siniestro, defienden desde el entorno de Alba, lo que no ha evitado que la Audiencia Nacional haya sobreseído la denuncia.

Estado en el que quedó el coche siniestrado. | LEVANTE-EMV

Lejos de quedarse ahí, esta «aberración» ha adquirido todavía mayor magnitud, después de que, «pese a que nunca llegó a celebrarse el juicio», el tribunal haya condenado a la familia al pago de las costas procesales, que, en el caso de la Abogacía del Estado, se traducen en más de 4.000 euros, la mayoría de los cuales ya se los ha embargado Hacienda a los padres de Alba de la pensión que reciben.

Todavía quedan pendientes los 27.000 euros que reclama la empresa encargada en aquella época del mantenimiento de la autopista A-23 a la altura de Barracas, donde se produjo este accidente que también le costó la vida a otra persona. «Es de locos que nos pidan ese dinero por las costas del ‘juicio fantasma’», cuando «el guardarraíl en mal estado mató a nuestra hija al atravesarle la cabeza y lanzarle a 7 metros del vehículo», según se explica en la petición impulsada por Paloma Garzó y Víctor Molina, los padres de Alba, que ronda las 1.500 adhesiones.

De hecho y además de la peligrosa colocación de este elemento, estudios posteriores al siniestro demostraron que los tornillos se podían extraer con la mano, sin la ayuda de ninguna herramienta, añaden desde el entorno de la joven, cuyo fallecimiento causó gran conmoción en todo el municipio y especialmente en su instituto. Su huella quedó incluso en la ciberteca del Centro Cívico del Port, que desde 2016 lleva su nombre gracias a una donación de algo más de 6.000 euros que se recaudó de forma espontánea durante los meses posteriores al siniestro.

«Lo único que nos reconforta»

Con la campaña de apoyos, la familia apunta que «no pedimos dinero, solo queremos Justicia y solidaridad, que es lo único que nos reconforta y da ánimos». Además de dirigir su súplica a la Audiencia Nacional para que reconsidere su posición, el escrito se remite al Gobierno de España, para que devuelva las costas procesales ya cobradas, y al Defensor del Pueblo, para que abra un expediente y estudie el caso.

En un accidente sobre el que ya se pronunció el juzgado de Segorbe, según informa la familia de Alba, quedó demostrado que el choque se produjo pasadas las 18 horas, después de que la conductora «adulta y sobria» perdiera durante unos segundos el control del vehículo, que impactó con el guardarraíl en el kilómetro 55 de la Autovía Mudéjar.

Tanto el copiloto de 58 años, marido de la conductora, como Alba perdieron la vida, mientras que la mujer al volante y la hija del matrimonio, de 17 y que ocupaba uno de los asientos traseros, resultaron heridas. Todos ellos eran vecinos de Sagunt. El impacto hizo que el guardarraíl penetrara por el motor y alcanzara el habitáculo del turismo, que fue el único implicado en el choque. El despliegue del centro de emergencias incluyó un helicóptero medicalizado para los heridos, que fueron trasladados al Hospital General de Castelló.

Tras el trágico accidente, el IES Eduardo Merello celebró un acto de despedida a la joven, en el que sus amigos la recordaron. Un psicopedagogo colaboró durante esos días a dar apoyo a profesores, alumnos y padres.