La Consagración de la Primavera de Ígor Stravinski recupera su latido en Faura. A las 22 horas de esta noche, el pabellón multiusos de Faura se convertirá en un espacio escénico único. Danza en estado puro, un trabajo coreográfico en el que 40 alumnos de sexto de primaria del colegio público protagonizan una propuesta focalizada en su propio cuerpo. «No contamos con ningún aparato escénico, la fuerza del espectáculo está en su cuerpo y la creación que hemos forjado colectivamente. Sobre una música potente, atonal en ocasiones, conformamos partituras de movimiento en un espacio escénico que acoge la potencia del cuerpo sin artificios», afirma Alexsandro Guerra, el coreógrafo de Hort-Art.

La Consagración de la Primavera se desarrolla sobre un firme de tierra, concebida como Gaia, madre tierra, que interpela tanto a los jóvenes como al espectador en el sentido de repensar el mundo en el que crecerán los estudiantes. «¿Qué plantamos para ellos, qué frutos podrán recoger? ¿Cuál es el futuro de esta generación? A partir de estas preguntas hemos querido construir con ellos una propuesta coreográfica cooperativa; intentamos vertebrar un sentido de colectividad que hemos perdido y es fundamental recuperar» añadía el bailarín Pere Bodí.

Esta obra se presenta como un ritual contemporáneo en el que se propone al espectador la fuerza del trabajo colectivo. El alumnado de 6º de primaria del Ceip Sant Vicent Ferrer ha trabajado durante todo el año en un proyecto que vertebra su etapa final en el centro educativo. Una apuesta de innovación educativa impulsada desde el Ayuntamiento de Faura que auna el esfuerzo del profesorado y el impulso creativo de Hort Art.

En este sentido, es un espectáculo único puesto que su objetivo pasa por vivir el aprendizaje como motor de cambio social.