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Sant Joan masivo y con algunos sustos

La noche se saldó en Sagunt con un detenido y dos asistencias médicas por intoxicaciones etílicas, una con traslado al hospital

Castillo de fuegos artificiales en el Port de Sagunt, visto desde el mar. | TORTAJADA

La gran afluencia y la enorme participación en los altos programados marcaron la Nit de Sant Joan «post-covid» en las playas del Port de Sagunt y Canet d’ en Berenguer, si bien la velada no estuvo exenta de sustos.

El primero llegó bien temprano en la playa de Canet a las 21 horas cuando se alertó de la desaparición de un niño de 9 años mientras se estaba bañando. Esto movilizó a 13 agentes e incluso hizo poner en marcha varias batidas, con jóvenes voluntarios que le buscaban por la arena. También se dio aviso a la sección de Playas de la Policía Local de Sagunt, que colaboró en las tareas. Fueron momentos angustiosos, sobre todo para la familia del pequeño, originaria de Cataluña y que hacía turismo por la zona.

El nerviosismo y la búsqueda se prolongaron casi hasta las 22 horas, que es cuando un policía local de Canet divisó al niño sano y salvo, bañándose en la vecina playa de Almardà (Sagunt), hasta donde le había arrastrado la corriente.

La alegría fue tal que, tras informar del final feliz por megafonía, los bañistas celebraron la noticia con un fuerte aplauso.

En Sagunt, la noche acabó con un arresto confirmado ayer por la Delegación del Gobierno, así como con dos asistencias en ambulancia por intoxicación etílica, como aseguró a preguntas de Levante-EMV la edil de Policía Local, Natalia Antonino.

Los afectados por esto último fueron una joven de 21 años, que quedó inconsciente por coma etílico en la zona del aparcamiento situado junto a un conocido local del paseo marítimo del Port de Sagunt y un hombre de 45 años, también en la avenida del Mediterráneo. Ambos llegaron a quedarse inconscientes a raíz de una gran ingesta de alcohol pero luego se fueron recuperando, según fuentes policiales, si bien la joven acabó siendo trasladada en ambulancia hasta el hospital y el hombre se pudo ir por su propio pie.

Respecto a las hogueras, la situación fue diferente en los municipios. En Canet, la policía local se encargó de vigilar los accesos a la playa para impedir la realización de fogatas por varios motivos: Por entender que es un espacio natural a proteger, donde Costas prohíbe hacer fuego y porque además la Agencia Valenciana de Emergencias había decretado esa jornada la alerta 2, por lo que no se podía hacer fuego a menos de 500 metros de la masa forestal del río. Así lo explicaron desde el ayuntamiento a preguntas de este diario, admitiendo que no faltó quien optó por los farolillos chinos para iluminar la noche.

En Sagunt, en cambio, se impuso la permisividad habitual en esta fecha respecto a la prohibición general de Costas de hacer fuego en la playa. No obstante, los agentes de la Policía Local sí patrullaron con los quads e impidieron prender restos de muebles o tablones con clavos que algunos llegaron a meter en la arena.

Por lo demás, el buen ambiente dominó la batucada, el castillo y la orquesta en el Port de Sagunt mientras había recogida de productos de primera necesidad para Help Ucrania y los servicios de socorrismo estaban operativos de 22 horas hasta las 4 de la madrugada. A partir de esa hora, los servicios de limpieza se emplearon a fondo y ayer, tanto la playa como el paseo «amanecieron limpios», como admitían a este diario vecinos de la zona, que solo aseguraron ver fuera de lugar un carro de la compra abandonado.

Como destacaba la edil de Policía de Sagunt, Natalia Antonino, «la noche transcurrió con normalidad sin apenas incidentes». «Todo fue bien», comentaba el concejal de Playas y la SAG, Roberto Rovira, mientras la edil de Fiestas, Asun Moll resumía: «La gente tenía ganas de volver a la normalidad».

Esto último también se notó e Canet d’ en Berenguer, donde la verbena de la plaza de los Pescadores llegó a reunir a unas 4.000 personas que disfrutaron de la noche, mientras había un «Punto Violeta» en el paseo; si bien la policía intervino en dos ocasiones para apaciguar los ánimos al ver a unos jóvenes discutiendo.

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